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Universidad de Salamanca
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Creación artística - Facultad B.B.A.A.
 

REAL TATTOO

La idea surge, por raro que pueda parecer;  de la lectura de una revista. Al comienzo, en la carta de la directora;  podía leer la misma posdata cada día: “X mujeres han muerto en lo que va de año a manos de sus parejas”. Cada cierto tiempo, la posdata cambiaba de cifra… a mayor.

            Al proponerme el trabajo no podía dejar de darle vueltas al tema.  Mientras leía los apuntes me encontré con el siguiente párrafo “mi piel cuenta una historia. No el tipo de historia que se desarrolla con un principio, una parte central y un final, (…). Se han convertido en parte de mi identidad. Pero no siempre fue así” (Carey Hart). No seguí leyendo, pues enseguida supe el tema que debía desarrollar. Aunque el texto no quisiera expresar lo mismo, ese trozo me dio una excusa para tratar el tema…  fue el inicio.
            Al ser el tatuaje algo impreso en la piel, ya sea de forma permanente o temporal; me pareció oportuno dar esa vuelta de tuerca ya que ¿no son las marcas de un golpe un “tatuaje natural”? ¿No se le relaciona al tatuaje con el dolor? ¿No hay cada vez más modas de escarificaciones (cicatrices)? ¿No está relacionado en algunos casos con la violencia?
Creo conveniente explicar cómo relaciono ambos términos pues no quiero provocar confusiones. Según la definición admitida, el tatuaje es aquella grabación de un dibujo que se realiza sobre la piel a través del uso de materias colorantes indelebles o pequeños cortes, es decir; es una modificación que se llevará a cabo sobre la piel. Y las mujeres han estado marcadas desde antiguo por golpes, cortes, heridas… aunque este tipo de “tatuajes obligados”, no son los únicos que han existido a lo largo de los años. Antaño, a los judíos del holocausto se les “marcaba” sin su consentimiento y, aún antes; a violadores y asesinos, con lo que el tatuaje no solo debe de ser tratado como una moda, sino también como algo impuesto en algunas sociedades.
            La moda en tatuajes amorosos ha cambiado a lo largo de los años, algo que me ha llamado personalmente la atención. Siempre he creído en la tradición de tatuarse un corazón como símbolo del amor profeso por otra persona, cuando su significado en la moda de los tatuajes ha sido siempre la vida. Otro dato curioso es el que cada vez más personas se tatúen el nombre de su pareja en algún lugar del cuerpo, algo que en muchos casos se entiende como sumisión hacia ella, sobre todo en el caso de las mujeres. En el de los hombres se toma más como posesión. Y ahí es de donde quiero partir.
            Además como explico anteriormente el tatuaje no deja de ser una herida sobre la piel, con lo que las razones de este proyecto son a mi parecer más que suficientes.

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