En 2020, el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado una nueva encuesta especializada para analizar la realidad de las personas con discapacidad. Se trata de la Encuesta de Discapacidad, Autonomía Personal y Situaciones de Dependencia (EDAD-2020).
Gracias a un proyecto de investigación financiado por FUNCAS y en el que participo junto con Vanesa Rodríguez (Universidad de Oviedo) y Ricardo Pagán (Universidad de Málaga), hemos realizado una primera explotación de los microdatos de dicha encuesta. El INE ya ha publicado en su página web una serie de tablas estadísticas de los principales apartados de la EDAD-2020. Por ahora, nosotros nos hemos centrado en explotar información sobre cuestiones relacionadas con el mercado de trabajo, siguiendo la línea de investigación en la que venimos trabajando desde hace años.
Así, encontramos que la situación en relación con la baja actividad del colectivo y su elevado desempleo permanece muy semejante a la que ya se encontraba en 1999 con otra encuesta del mismo tipo realizada también por el INE. Dicho con otras palabras, la integración laboral de las personas con discapacidad sigue siendo muy pobre y harto mejorable. De los 1,58 millones de personas con discapacidad en edad laboral, en 2020 estaban trabajando 370 mil (192 mil mujeres y 178 mil hombres), mientras que 160,4 mil buscaban empleo (84,1 mil mujeres y 76,2 mil hombres). Por tanto, la tasa de actividad de las personas con discapacidad asciende a 33,5%, quedándose 40 puntos porcentuales por debajo de la tasa de actividad de toda la población (una distancia que entre los hombres todavía se agranda algo más). Una parte importante de esa diferencia entre ambas tasas de actividad responde, sin duda, a que la propia discapacidad impide trabajar a muchas de las personas que la sufren. Al fin y al cabo, la mayoría de quienes están en edad laboral y no han trabajado nunca alegan como razón de su inactividad la propia discapacidad (así lo hacen el 53,1% de las mujeres y el 75,2% de hombres).
Si no hubiera problemas de integración laboral y la anterior diferencia solo obedeciera a que a una parte del colectivo la propia discapacidad les impide trabajar, las personas con discapacidad que están en el mercado de trabajo deberían tener una situación semejante a la de la población en general. Sin embargo, la tasa de paro de las personas con discapacidad (30,2%) dobla a la de la población total (15,6%).
En el blog de FUNCAS, hemos publicado una entrada con el detalle de estos datos y otros relacionados con nivel educativo, métodos de búsqueda de empleo, sentimientos de discriminación, etc.
Por el momento, se trata tan solo de una primera explotación de los microdatos. El trabajo completo estará disponible a mediados de 2023.
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