La clase invertida es un modelo pedagógico que consiste en hacer en casa las tareas que normalmente se hacen en clase, como las explicaciones, para poder dedicar el tiempo de la clase a resolver problemas y cuestiones. Para ello se utilizan vídeos explicativos que el alumno ha de ver por su cuenta.
Para familiarizarnos con la técnica recibimos una tarea consistente en la visualización de dos vídeos sobre la clase invertida y la resolución de unos cuestionarios.
Una vez en clase procedimos a poner en práctica lo aprendido realizando nosotros mismos una propuesta de vídeo susceptible de ser usado en una clase invertida. Para ello se utilizó la plataforma edpuzzle.
Este modelo ha de estar unido siempre al uso de encuestas que pongan de manifiesto el grado en el que los alumnos han entendido los conocimientos explicados en los vídeos, o si simplemente los han visto, ya que si no lo han hecho de poco sirve ponerse después a trabajar sobre ellos.
Estas encuestas permiten al docente saber sobre que tiene que hacer hincapié, y por tanto las clases posteriores han de tener una cierta flexibilidad para poder adaptarse a las necesidades de los alumnos.
El tiempo de duración de los vídeos es un factor determinante, un vídeo de más de 8 minutos pocos alumnos van a acabar de verlo, mientras que si dura menos de 5 min te aseguras que la gran mayoría lo haga.
Otro aspecto a tener en cuenta es premiar de alguna manera esta actividad, los alumnos que no vean los vídeos podrán hacerlo en clase, pero los que lo hayan hecho en su casa han de tener algún tipo de bonificación para evitar que se desanimen y dejen de hacerlo.
En definitiva, en determinados momentos y con determinados temas puede ser un modelo pedagógico muy útil, siempre y cuando se realice con una planificación adecuada y sin abusar de él.
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