El miércoles fuimos a la potabilizadora, visita muy interesante a pesar del frío.
La parte que más me llamó la atención fueron los filtros de carbón activo.
Estos filtros están formados por unos depósitos cuyo suelo es un lecho de carbón activo, a través de él pasa el agua, reteniendo en su interior una gran cantidad de sustancias que han de ser retiradas para garantizar la potabilidad del agua.
Se usa carbón activo por la gran superficie que tienen sus poros. El principal problema es que este filtro no dura para siempre, se ha de reponer cada dos años y el proceso es tremendamente laborioso. Una manera de aprovechar los beneficios del carbón y reducir el coste de cambio es utilizar filtros verticales, en los cuales la gravedad hace todo el trabajo.
Otra de las cosas que más me llamó la atención fueron las bombas utilizadas para llevar el agua a los diferentes depósitos, han de estar inclinadas para reducir la pérdida de carga.
Aún no hay comentarios.