El número del mes de junio de la revista “Leer” (el 253), y coincidiendo con el Día del Orgullo LGTB que se celebra en todo el mundo el día 28, ofrece sin ánimo exhaustivo una colección de materiales relacionados con la cultura LGTB.
Desde Nueva York, 45 años después de la revuelta del Stonewall Inn que fija el punto de partida y la fecha conmemorativa del Orgullo Gay, Julio Valdeón Blanco alerta de cierta marginación cultural y editorial de los escritores homosexuales, en paradójica coincidencia con la absoluta normalización social. Julio ha estado en Provincetown, la muy homo y elitista ciudad vacacional de Massachusetts donde conviven la nación puritana de los Padres Fundadores y la libérrima de la bandera arcoíris, y ha conversado con Sarah Schulman, legendaria activista de ACT UP, “la organización que volteó la conciencia de América cuando el sida era jinete del Apocalipsis”.
Asimismo, Óscar Caballero dedica su Carta desde París a uno de los últimos fenómenos editoriales en Francia. El joven Édouard Louis, 21 años, ha destapado la homofobia latente en la Francia profunda con su novela En finir avec Eddy Bellegueule –algo así como Terminemos con Eduardito Bonito de Cara–, “la historia de un crío de pueblo cuyos modales afeminados lo convierten en destinatario de burlas y humillaciones”.
Al Parnaso francés pertenece otro autor homosexual, dos veces finalista del Goncourt, pero español de Enix, Almería. Fernando Palmero recuerda a uno de nuestros autores olvidados más sugerentes, Agustín Gómez Arcos, autor de una narrativa incómoda, llena de rencor, de odio… y de pornografía homosexual. Su obra, gran parte de ella escrita en francés, ha sido traducida y exquisitamente editada gracias a Cabaret Voltaire (María República es su último título).
Ada del Moral glosa dos figuras de su predilección, distantes en el tiempo y en su arte pero unidas por su patria común, Estados Unidos, y la heterodoxia sexual: la fascinante Poppy Z. Brite –El arte más íntimo, Mondadori–, que en 2010 comenzó un programa de reasignación de sexo para convertirse en Billy Martín… y dejar de escribir; y el gran Walt Whitman, “el bardo que superó la métrica, el padre del verso libre, el patriarca de hippies y nudistas, el devoto del hombre y la mujer, el sumo sacerdote de la libertad y el hedonismo”.
De nuevo Ada traza semblanza del “santo de las mariquitas malas”, Lord Alfred Douglas, fáunulo fatal, camino de perdición de Oscar Wilde, a quien Víctor Márquez Reviriego somete a su magistral Auténtica Entrevista Falsa de este mes. “Soy un griego nacido a destiempo”, cuenta Wilde a Víctor en el Hotel d’Alsace de París. “Eso que los bienpensantes llaman vicio, lo tuvieron como yo Alejandro y César, Shakespeare y Miguel Ángel”.
Otra de las secciones habituales de LEER, Las Bibliotecas Fantásticas, también se ajusta a nuestra cover visitando a Luis Antonio de Villena, poeta, novelista, ensayista, crítico y traductor, autor de una larga obra que se inauguró con el poemario Sublime Solarium, que ahora reedita Libros del Aire. Villena repasa la literatura de temática homosexual y algunas querencias personales –“Gil-Albert ha sido uno de nuestros grandes escritores homosexuales”–, y clama contra el estado actual de nuestra cultura –“el país de Cervantes tiene sin embargo un público abyecto de futboleros ordinarios que no han visto en su vida un libro ni por el forro”–.
Otra biblioteca, esta ciertamente poco convencional, en este número de LEER: la de Luis Venegas. Una de las personalidades más estimulantes del mundo de la edición visual, reconocido mundialmente con su Candy, “the first transversal style magazine”, homenaje a esa irresistible y universal pulsión de vestirnos de lo que no somos o de lo que nos gustaría ser. Con Venegas hablamos de su trabajo y de sus muchas y voluminosas lecturas, de los clásicos griegos a los rusos pasando por Dickens y Galdós.
Fuente: Revista Leer.
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