De la extimidad al derecho al olvido

19/03/19, 18:30

“Veo, soy visto, luego existo” es la nueva regla que ha sustituido a la máxima cartesiana en la sociedad actual, tal y como indica el sociólogo J. Birman. La intimidad se ha reducido en gran medida para dar paso a su contraria, la extimidad, que hace referencia a las fotos, opiniones y vídeos que el individuo decide publicar en una red social de manera abierta. Es decir, partes de esa propia intimidad que se ponen a disposición de un tercero para ser validadas.

A ello hay que unirle el desconocimiento generalizado sobre qué sucede con esos datos. Una vez éstos acceden a la red, se pierde el control sobre ellos. De esta manera, se crea una identidad digital que revela información personal ligada a características definitorias del individuo, y que quizás, preferiría no compartir más allá de un círculo cercano de allegados. Así, por ejemplo, Facebook, a través de los más de 57 patrones de datos personales que utiliza (Facebook´s Data Pool, 2012), puede definir con exactitud un rango de características personales realmente sensibles, incluidas la edad, el género, la orientación sexual, las perspectivas políticas y religiosas o el uso de sustancias adictivas.

Esta necesidad de visibilidad afecta en especial a los adolescentes, nativos digitales, y cuya necesidad de aprobación por los demás es considerablemente superior a la de los adultos. Existe una dependencia excesiva entre esta parte de la población, lo que se refleja en fenómenos como el “oversharing”. Probablemente, tú también conozcas a alguien que no para de publicar en la red todo lo que le sucede. Además de problemas de seguridad, estos comportamientos pueden tener efectos perjudiciales para su futuro laboral.
Esta maraña de datos y la falta de control en la red han dado lugar a un nuevo término muy ilustrador: el “botellón digital” (DEL BARRIO FERNÁNDEZ, A. y RUIZ FERNÁNDEZ I., “Los adolescentes y el uso de las redes sociales”, INFAD Revista de Psicología, 2014, pp 571-576 URL: http://www.infad.eu/RevistaINFAD/OJS/index.php/IJODAEP/article/view/537), acuñado por el pediatra y neurólogo Paulino Castells.

De esta manera, acostumbrándonos a que nuestra intimidad esté en constante vigilancia, acabamos por arrogarnos la posibilidad de vigilar a los demás. Este argumento podría estar detrás de la siguiente estadística: el 42,6 % de las chicas entre 16 y 17 años han sufrido violencia de control según el Consejo General de la Abogacía España (Macro encuesta de violencia contra la mujer 2015. P.55 http://www.violenciagenero.igualdad.mpr.gob.es/violenciaEnCifras/estudios/colecciones/pdf/Libro_22_Macroencuesta2015.pdf).

Los jóvenes perciben que el no estar en Internet es “no existir”, y esto provoca un déficit en sus relaciones personales en “la vida real”. Un estudio realizado en el año 2014 a un total de 2371 alumnos de la ESO y 1º de Bachillerato en la Comunidad Autónoma de Cantabria (DEL BARRIO FERNÁNDEZ, A. y RUIZ FERNÁNDEZ I., “Los adolescentes y el uso de las redes sociales”, INFAD Revista de Psicología, 2014, pp 571-576 URL: http://www.infad.eu/RevistaINFAD/OJS/index.php/IJODAEP/article/view/537), muestra cómo el 96% del total utilizan las redes sociales para permanecer en contacto con sus amigos. Además, casi el 19% alguna vez ha utilizado las redes sociales como herramienta para difamar o molestar a algún compañero o amigo, y el 22% afirman que conocen a compañeros que han sufrido este tipo de difamaciones.
Esa cantidad de datos que se vuelcan en la red pueden llegar a ser utilizados incluso por las organizaciones políticas. A la espera de lo que diga el Tribunal Constitucional, se ha incluido un artículo en la Ley Orgánica de Protección de Datos que permite elaborar perfiles ideológicos con el objetivo de enviar propaganda electoral a partir de un “targeting” político.
A raíz de todos estos comportamientos, surgen otros interrogantes: ¿Podemos pedir que borren esos datos? ¿Tenemos derecho a configurar nuestra identidad digital? Los límites de la memoria humana contrastan con la memoria ilimitada de Internet y, por ello, desde el Derecho se han intentado ofrecer algunas soluciones, la más eficaz el derecho al olvido, es decir, la facultad del ciudadano para poder borrar aquellos datos publicados en la red (por él mismo o por un tercero) que puedan afectar a su identidad personal y que se consideren irrelevantes, inadecuados o excesivos, siendo de reciente publicación o antiguos. Este derecho nace directamente de la sentencia del TJUE en el asunto C‑131/12: Google Spain, S.L. y Google Inc. / Agencia Española de Protección de Datos, con base en la Directiva 95/46/CE referida a la protección de datos personales. Posteriormente, aparece con el nombre de derecho de supresión en el artículo 17 del Reglamento General de Protección de Datos y en el artículo 15 de la Ley Orgánica de Protección de Datos personales y garantía de los derechos digitales.
Tal y como señala el considerando 65 de dicho Reglamento, los ciudadanos deben tener la posibilidad de ejercitar este derecho si los datos ya no son necesarios para los fines con que fueron recogidos, si se retira el consentimiento, o si hay oposición al tratamiento de esa información.
Además, en esta normativa, también se regulan el derecho de rectificación y el derecho de suspensión. El primero sirve para impugnar información sobre nosotros en Internet para lograr una modificación y el segundo para que, hasta que este asunto se resuelva, se limite el uso y publicación de esos datos.
Como podemos ver, el Derecho ha articulado algunas soluciones para afrontar este problema, pero que actúan ex post, y como dice el viejo refrán: “más vale prevenir que curar”. Por ello, antes que nada, es necesario educar en el buen uso de las nuevas tecnologías.
No exageramos al decir que vivimos en la época de la cuarta revolución, conocida como revolución tecnológica. Las sociedades actuales serán juzgadas en un futuro por la forma en la que se enfrentaron a este tipo de desafíos digitales.
De nosotros, entonces, depende el veredicto.

Vanessa Prieto Alonso & Jonathan Pérez Fernández
Alumnos de la Línea Menores y uso de Internet de la Clínica Jurídica de Acción Social
Grado en Derecho

BIBLIOGRAFÍA

1. TISSERON SERGE, «Intimité et extimité», Communications, 2011/1 (n° 88), p. 83-91. DOI: 10.3917/commu.088.0083. URL : https://www.cairn.info/revue-communications-2011-1-page-83.html

2. PLATERO ALCÓN, A., “El derecho al olvido en internet. El fenómeno de los motores de búsqueda”. Opinión Jurídica, 2015, Vol.15, Nº 29, pp. 243-260. URL: http://www.scielo.org.co/scielo.php?pid=S1692-25302016000100013&script=sci_abstract&tlng=en

3. VILLENA SALDAÑA, D., “Derecho al olvido en Internet: Google y la doctrina europea”. Ulima, 2015, p. 267. URL: http://revistas.ulima.edu.pe/index.php/contratexto/article/view/421/402

4. DEL BARRIO FERNÁNDEZ, A. y RUIZ FERNÁNDEZ I., “Los adolescentes y el uso de las redes sociales”, INFAD Revista de Psicología, 2014, pp 571-576 URL: http://www.infad.eu/RevistaINFAD/OJS/index.php/IJODAEP/article/view/537

El Centro de tratamiento de residuos de Salamanca: una responsabilidad de todos

12/03/19, 15:22

El pasado 18 de febrero, los alumnos de la Clínica Jurídica de Acción Social en la línea de medio ambiente y consumo responsable, visitamos el Centro de Tratamiento de Residuos de Salamanca (CTR,) situado en el municipio de Gomecello e inaugurado en el año 2008. Allí pudimos conocer la funcionalidad de este tipo de centros y la forma en la que se trabaja dentro de los mismos, además de concienciarnos del gran impacto que tiene nuestra conducta, como consumidores, sobre nuestro entorno. Primeramente pasaremos a realizar una breve explicación acerca de que es un CTR y cómo funciona, para posteriormente hacer una valoración personal sobre la visita y las cuestiones que nos surgieron a partir de la misma.

¿Qué es?

El Centro de Tratamiento de Residuos de Salamanca (CTR) es uno de los cuatro[1] centros que conforman el sistema de gestión de residuos de  toda la provincia. A partir de este, se llevan a cabo los procesos de clasificación y separación de residuos urbanos y la biometanización de materia orgánica, que permite la transformación de ésta en biogás. La construcción de estos centros ha permitido el sellado de antiguos vertederos y la recuperación de los mismos como zonas de esparcimiento. La actuación de estos centros se enmarca dentro de la Estrategia Regional de Residuos Urbanos de Castilla y León.

¿Cómo funciona?

Los residuos que se procesan proceden de las bolsas de restos, que tras un proceso inicial de cribado de la materia orgánica, se envía a la planta de compostaje donde se transforma en compost. El resto de materia se somete a una separación mecánica y manual que permite la recuperación de la materia reciclable que se valoriza, con el objetivo de aprovechar el calor desprendido por la combustión y transformarlo en materia eléctrica.

A grandes rasgos, a actividad de un CTR se divide en las siguientes fases:

  • Recepción y descarga de residuos: tras la llegada de los camiones de residuos y su pesaje en la báscula, se indica al conductor el foso en el que estos deben de verter el contenido.
  • Pretratamiento: en esta fase se divide la actividad en dos líneas de selección: una manual (un grupo de 15 trabajadores separan manualmente los residuos según su composición) y otra electromecánica, donde se separan los residuos de forma correcta para su posterior tratamiento. La línea electromecánica consiste en un sistema integrado por diversa maquinaria que separa los residuos por procesos que dependen del material o la forma de los mismos.
  • Biometanización: Los residuos se someten a un proceso de biometaniación, donde se consigue la valorización de gran parte de la materia. Para ello, hacen falta dos procesos de pretratamiento de la materia diferentes: pre tratamiento húmedo y seco.
  • Compostaje: una parte de la materia orgánica que se ha obtenido de los procesos de pretratamiento en seco se lleva a la nave de túneles de compostaje, donde se procederá a su estabilización.
  • Instalaciones auxiliares: A parte de las instalaciones base, existen otras instalaciones auxiliares como son: tratamiento de efluentes líquidos (“tratamiento de lixiviados y baldeos”), sistema de desodorización, sistema de detección y extinción de incendios o la instalación de control.

 ¿A qué conclusiones llegamos tras la visita al CTR?

La principal conclusión que extrajimos es que no existe en Salamanca una concienciación suficiente en el tema del reciclaje, especialmente en lo referente a la separación inicial de los residuos. Gran parte de los ciudadanos desechamos en los contenedores orgánicos toda clase de materia sin considerar su composición, e ignorando la existencia de contenedores específicos para este tipo de residuos. Un mal reciclaje de la materia orgánica e inorgánica supone una mayor carga de trabajo para estos centros, además de un ralentización considerable del proceso de reciclaje. Por lo que se hace necesaria la contratación de trabajadores que separen, de forma manual, todos aquellos residuos que se podrían haber separado en nuestras casas de forma previa.

La gravedad de la situación no sólo se refiere, sin embargo, a la mala clasificación de los residuos que hacen los ciudadanos de Salamanca en origen, sino además en el gran volumen de residuos que se generan a diario, de forma que se genera una cantidad de residuos mayor de la que somos capaces de abordar. Este problema no es algo lejano al que se deba restarse importancia, debemos tomar medidas que permitan mejorar esta situación de forma inminente. Prueba de toda esta problemática está en los datos sobre la “vida útil” del Centro de Tratamiento de Residuos de Salamanca, que estaba previsto que sirviese para contener basuras durante 20 años, pero se ha visto reducido en 6 años debido al gran volumen de residuos que se maneja.

Por lo tanto, es necesaria una asunción de responsabilidad por parte de todos nosotros para mejorar esta situación y reducir el impacto ambiental que estamos provocando en la actualidad. Porque esto no es un problema de otros, es un problema de todos.

Patricia Rodríguez Rubio & Aitana Mateos Muñoz

Alumnas de la Línea de Medio ambiente y consumo responsable de la Clínica Jurídica de Acción Social

Grado en Derecho / Grado en Criminología


[1] Junto con las instalaciones de la Planta de Clasificación de Envases de Villamayor, las Plantas de Transferencias de las diferentes áreas de gestión y la red de Puntos Limpios.

 

La bandera como campo de batalla

4/03/19, 16:18

En la actualidad, a pesar de lo lejano que puedan sonar las épocas de la II República, la Guerra Civil y la Dictadura de Franco, el bando de los ‘vencedores’ y, en consecuencia, el de los ‘vencidos’, sigue existiendo. Es por ello que surge una disyuntiva entre lo que es ser nacional o no y sobre qué símbolos representan de manera más viva ese sentimiento. Todo gira en torno a una serie de conceptos que se han visto distorsionados con el paso del tiempo y lo único que finalmente representan es el distanciamiento en la sociedad española.  

Para un conocimiento más exhaustivo sobre la materia, hay que identificar de dónde viene la bandera ‘rojigualda’ y por qué al parecer representa más a unos que a otros. La bandera española como tal se creó por motivos navales allá en 1785 bajo el reinado de Carlos III, ya que en muchas ocasiones había confusiones con los países vecinos en cuanto a que no podían distinguir entre banderas de países aliados o enemigos.

Más tarde, la bandera se popularizó y se fue extendiendo a lo largo del territorio y al Ejército de Tierra también, por lo que en 1843 la reina Isabel II la oficializó. Desde entonces se ha mantenido de esta manera, a excepción de la II República, donde cambió de color la franja de debajo de rojo a morado, en honor a los comuneros que se enfrentaron a Carlos I (Press).

Es en este momento donde comienzan las disputas sobre qué bandera es en favor de la monarquía y cuál en favor de la República, cuando realmente se ha mantenido el escudo que estableció la República añadiendo la corona simbolizando los borbones.

Finalmente, la Constitución española de 1978, aprobada por la mayoría de los españoles en su momento, en su artículo 4 estableció que la bandera sería bicolor con tres franjas horizontales y más tarde, se aprobaría el escudo (‘Historia y evolución de la bandera de España¨). `

Este sencillo repaso histórico ha sido en muchos casos ignorado y en tantos otros tergiversado hasta el punto de que se ha llegado a afirmar que el color morado de la bandera durante la II República surgió a causa de que ésta se había desteñido en un museo. Probablemente, un punto de inflexión importante se encuentre en las etapas de la Guerra Civil y la posterior dictadura, donde, paradójicamente, el bando que se había sublevado contra el gobierno de la bandera tricolor decidió autodenominarse ‘bando nacional’. Este hecho, unido al discurso nacionalista sustentado en la estética y el uso de los símbolos que el bando del levantamiento realizó tras su victoria – en un intento de ocultar todo resto del periodo de la anterior República-, dio lugar a una situación de apropiación simbólica que aún pagamos hoy en día.

Para ver las consecuencias sólo tenemos que mirar a una de las últimas campañas del Partido Popular, probablemente la más vistosa y secundada de las que ha hecho la actual formación, ‘España en tu balcón’. Puede parecer algo anecdótico, pero no lo es en absoluto. Si miramos el contexto, esta campaña aparece en el marco de la irrupción de un partido de extrema derecha en el panorama español. Ambas formaciones, con el apoyo tímido de Ciudadanos, han entrado en un juego que, electoralmente, sale muy rentable: intentar decir más alto que el anterior que ‘’España es una gran nación y los españoles muy españoles y mucho españoles’’, como – mejor que ninguno- aclaró el anterior líder de la formación Popular, M. Rajoy.

Pero el error actual no se encuentra sólo – aunque sí mayoritariamente- en esta derecha, ‘cavernícola’ o ‘nostálgica’ (que cada uno decida que adjetivo le encaja mejor), sino también en una izquierda que sigue haciendo cesiones 40 años después. Nos han colocado en una situación en la que es difícil ver en el horizonte de un discurso de las formaciones de izquierda, como por ejemplo Podemos, la palabra ‘España’. Secundando así los significados construidos en torno a unos símbolos que deberían representar a todos de la forma más incluyente posible.

Por tanto, en una sociedad plural y heterogénea como es la española, estaría realmente bien que se dejase de aludir constantemente a las diferencias con el otro, a las identidades colectivas excluyentes, a qué es ser un ‘buen español’ o qué no. En definitiva, a ver quién tiene la bandera más grande.

 

Lucía Avello Fernández & Cristina Echániz Macarulla

Alumnas de la Línea de Memoria histórica de la Clínica Jurídica de Acción Social

Grado de Criminología

 

Bibliografía 

Historia y evolución de la bandera de España – Sociedad Española de Vexilología. (n.d.). Retrieved 28 February 2019, from http://vexilologia.org/banderas-espanolas/historia-bandera/ 

Press, E. (n.d.). ¿Cuál es la historia de la bandera de España? Retrieved from https://www.europapress.es/nacional/noticia-cual-historia-bandera-espana-20150528144614.html

 

Del comercio ético y del bien común: buscando la justicia

13/11/18, 7:15

 Las cosas no pasan por casualidad. En todas ellas hay una causa que lleva a unos efectos.

Ayer vivimos otro día grande en la Clínica Jurídica de Acción Social. La causa fue que en la Clínica Jurídica trabajamos el Medio ambiente y el consumo responsable, como línea estratégica, porque nos parece que es y va a seguir siendo una de las principales claves para abordar nuestro futuro. Pero antes de esta causa hubo otra que fue la que nos llevó a poner en marcha la Clínica Jurídica: la necesidad de aportar valor social a lo que hacemos en la Universidad, a la formación de nuestros estudiantes que serán los futuros profesionales en cuyas manos estará en muchos casos el poder de decisión para implementar desde políticas sociales hasta el compromiso social en cada uno de los trabajos que desarrollen. Y fruto de estas causas fue que nos hayamos marcado como objetivo traer a la Universidad a personas que tengan algo interesante que contar, que nos puedan aportar su visión de cómo conseguir objetivos comunes que compartimos.

Y en este efecto nos encontramos con Christian Felber. En este caso, en febrero de este año me encontraba redactando mi proyecto docente e investigador. Una parte importante de él gira en torno a la necesidad de que los grandes grupos de empresas, las empresas multinacionales, se sometan a un código ético que venga dado por el respeto a los DDHH. En él trataba la responsabilidad social empresarial, la ética de las empresas. Y a propósito de ello cayó en mis manos el libro de Christian Felber Por un comercio mundial ético que me resultó del máximo interés. Y desde entonces nos empeñamos en poder traerlo a la Facultad de Derecho.

Escucharlo ayer, ante un auditorio repleto, exponiendo ideas que se alinean con lo que debería ser la verdadera economía y no el capitalismo que ahora impera, me hizo sentir de nuevo lo privilegiados que somos quienes nos dedicamos a la enseñanza universitaria. La Universidad debe ser un espacio abierto en donde poder exponer ideas, aunque se aparten del establishment,  y en donde debe poder debatirse, como lo hicimos ayer, desde el respeto al que piensa diferente.

En la Clínica vamos a seguir potenciando estos encuentros, porque nos parece que son necesarios y porque contribuyen, o eso espero, a despertar conciencias.

Antonia Durán Ayago

Profesora Titular de Derecho Internacional Privado

Subdirectora de la Clínica Jurídica de Acción Social

La voz de los sedientos. Crónica del VII Encuentro de la Red universitaria española de Clínicas Jurídicas

22/10/18, 8:38

El viernes pasado tuvimos el honor de albergar en la Facultad de Derecho de la Universidad de Salamanca el VII Encuentro de la Red universitaria española de Clínicas Jurídicas. Bajo el lema “Responsabilidad social universitaria y Clínicas Jurídicas: otra forma de hacer Universidad”, quisimos dar la voz en esta ocasión a las asociaciones y organizaciones del tercer sector con las que las Clínicas Jurídicas colaboramos, y también quisimos dar un papel protagónico a los estudiantes  que han pasado o están en estos momentos trabajando en las Clínicas Jurídicas, porque son ellos nuestro principal valor; por ellos y para ellos existimos las Clínicas Jurídicas. Nuestra intención última, contribuir a la formación de profesionales comprometidos con el entorno, empoderados con conocimientos y valores sociales que puedan ser puestos al servicio de quienes más lo necesitan.

Nos acompañaron en la inauguración la Vicerrectora de Docencia y Evaluación de la Calidad, Izaskun Álvarez, de cuya intervención generosa, tomo el título de esta entrada, y el Vicerrector de Política Académica y Participación Social, Enrique Cabero, que puso en valor la importancia de trabajar en red en una labor como la que las Clínicas desempeñamos. También el Secretario de la Facultad de Derecho, Juan Pablo Aparicio, que por ser miembro de la Clínica Jurídica de Acción Social de la USAL, quisimos que estuviera con nosotros en la inauguración.

La ponencia marco estuvo a cargo de Pepe García Añón, referente para todos los que trabajamos en las Clínicas Jurídicas y a quien debemos en buena medida la puesta en marcha de la Red que nos une a las Clínicas Jurídicas de las Universidades españolas.

Luego vinieron las mesas con las experiencias de 10 Clínicas Jurídicas, a las que acompañaron moderadores/as de otras 7 Clínicas Jurídicas. Sirvieron como escaparate perfecto de la labor tan necesaria y motivadora que realizamos las Clínicas. Las intervenciones pueden seguirse en https://www.youtube.com/watch?v=ydHz8GlpThs&t=1387s

Por la tarde, los miembros de la Red aprobamos la Declaración de Salamanca sobre “Clínicas Jurídicas y Responsabilidad Social Universitaria”, con la que pretendemos visibilizar la labor de las Clínicas Jurídicas.

En el Encuentro también debatimos sobre el borrador de Convenio marco entre el Consejo General de la Abogacía y la Conferencia de Rectores en representación de las Clínicas Jurídicas de las Universidades españolas.

Se acordó que el próximo encuentro se celebrará en Mallorca.

Nos reafirmamos en la importancia de la Red y de estos encuentros para seguir creciendo. Somos una gran familia, caracterizada por la visión social del Derecho que tenemos todos los que trabajamos en las Clínicas Jurídicas, algo que consideramos que imprime carácter.

Aquí os dejamos algunos de los ecos que este Encuentro ha tenido:

.- Más de un centenar de expertos se citan en la USAL en el marco del VII Encuentro de la Red Universitaria española de Clínicas Jurídicas (Salamanca24 horas). También en 20 minutos https://www.20minutos.es/noticia/3469403/0/mas-centenar-expertos-se-cita-vii-encuentro-red-universitaria-clinicas-juridicas-usal/https://salamancartvaldia.es/not/192232/mas-100-expertos-coinciden-importante-papel-formativo-clinicas/

.- Red de Clínicas Jurídicas defiende el derecho a la asistencia legal de excluidos (La Vanguardia). También en ABC http://agencias.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=2946707

.- Más de un centenar de expertos se cita en el VII Encuentro de la Red universitaria de Clínicas Jurídicas en la USAL (Europa Press)

Albúm de fotos del Encuentro en https://www.facebook.com/pg/Cl%C3%ADnica-Jur%C3%ADdica-de-Acci%C3%B3n-Social-USAL-681473865350997/photos/?tab=album&album_id=1128830540615325

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7º Encuentro de la Red universitaria española de Clínicas Jurídicas

7/09/18, 18:10

El próximo 19 de octubre tendrá lugar el 7º Encuentro de la Red universitaria española de Clínicas Jurídicas en la Facultad de Derecho de la Universidad de Salamanca. Quedáis  cordialmente invitados.

Es precisa la inscripción en https://goo.gl/forms/Uy9vbkMATuNXqFJu2. También emitiremos el Encuentro en streaming en https://www.youtube.com/watch?v=ydHz8GlpThs

Aquí podéis encontrar el Programa: https://drive.google.com/file/d/1nnK7XwEF0iqvhqNTVvOrljswTtQL29nI/view

Os esperamos

Memoria de Actividades de la Clínica Jurídica de Acción Social (curso 2017/2018)

10/07/18, 10:21

Este curso ha sido intenso y muy productivo. Aquí os dejamos la Memoria de Actividades de la Clínica durante este curso. Nos ponemos a trabajar ya de lleno en el 7ª Encuentro de Clínicas Jurídicas de las Universidades españolas del próximo octubre y en el diseño de actividades del próximo curso. ¡Buen verano!

Vídeo II Promoción Clínica Jurídica de Acción Social

5/07/18, 14:51

https://drive.google.com/file/d/17lIChnNnC958Hoxnn-26S8vInMaypM0S/view

Plazo de presentación solicitudes asignatura Clínica Jurídica de Acción Social curso 2018/2019

18/04/18, 15:15

CARTEL EDITABLE SOLICITUDES 2018

 

https://goo.gl/forms/NZDcPhfIHTWlCvkt2

Adela Cortina y el papel de las Clínicas Jurídicas

8/02/18, 6:44

Ayer tuvimos la suerte de tener entre nosotros en la Facultad de Derecho de la Universidad de Salamanca a la profesora Adela Cortina. La profesora Cortina es de esas personas que en la Universidad tenemos que mimar mucho, porque su sabiduría, que ha sabido transmitir de forma magistral a lo largo de toda su vida académica, supone un auténtico pulmón por el que respiramos muchos. Y me explico. Quizás sin saberlo, la profesora Cortina ha contribuido a dignificar y darle sentido a lo que hacemos las Clínicas Jurídicas en nuestro país. Nos guía la premisa de inocular el virus del compromiso social en nuestros estudiantes. Lo que enlaza de forma directa con la responsabilidad social universitaria, que es una cuestión a la que quizás no se le haya prestado toda la atención que merece y requiere y, sin embargo, es lo que da el sentido último a la labor que realizamos en la Universidad. La Universidad , como ella ha sostenido, no sólo forma profesionales, forma ciudadanos. Ciudadanos que desde las Clínicas queremos contribuir a que estén comprometidos socialmente, a que sepan del valor de la alteridad, a que conozcan la realidad social y sepan ponerse siempre del lado del que se encuentra en una situación de vulnerabilidad. Ciudadanos que sean conscientes también del valor de los conocimientos que han adquirido a lo largo de la carrera y sepan que pueden ponerlos al servicio de la sociedad. Esto quizás suponga un ejercicio de empoderamiento personal totalmente rompedor, de los que imprimen carácter.

Las Clínicas, además, como demanda la profesora Cortina, estamos imbricadas en la interdisciplinariedad, porque sabemos que los problemas sólo pueden solucionarse con distintas visiones, plurales, deliberativas, comprometidas. Nos interesa ahondar y profundizar en la unidad del saber y del conocimiento porque sólo así podremos contribuir a gestar ciudadanos que luego serán profesionales completos (ojalá que también íntegros).

Como la profesora Cortina, los que somos “militantes” de las Clínicas jurídicas estamos convencidos de que desde la Universidad podemos contribuir a crear una sociedad mejor. En ello estamos empeñados, colaborando con entidades del tercer sector, dando la palabra a los estudiantes para que comprueben que todo lo aprendido no sólo puede serles útil a ellos, sino que pueden contribuir a mejorar el entorno en el que viven.

Todas estas ideas enlazan de forma directa con su pensamiento y escucharla ayer, ante un auditorio totalmente lleno, insufla oxígeno y fuerza. 

Este es el vínculo en el que se puede escuchar su conferencia: https://www.youtube.com/watch?v=9_zBkBm2oLI

Antonia Durán Ayago

Directora Académica de la Clínica Jurídica de Acción Social. USAL