El derecho a la educación dentro de la cárcel: una cuestión a debate

29/03/21, 12:46

El derecho a la educación es un derecho humano fundamental. Para poder hacerlo efectivo deben existir igualdad de oportunidades y acceso universal, lo que lleva a cuestionar la educación de los privados de libertad.

Por su parte, el art. 27 de la Constitución española establece que todos tienen derecho a la educación, que tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales.

Así pues, teniendo en cuenta que la reinserción social es la finalidad de la pena privativa de libertad (art. 25.2 CE) y que la educación juega un papel fundamental en ello, ¿cómo es posible que los reos no tengan el mismo acceso a la educación que el resto?

Es cierto que en la visita al Centro Penitenciario de Topas pudimos ver a varios presos estudiando y leyendo en la biblioteca. Es más, algunos de ellos nos contaron que estaban cursando diferentes carreras universitarias a través de la UNED.

No obstante, no hay que olvidar que las únicas herramientas de las que disponen son los libros físicos, ya que tienen prohibido el acceso a Internet.

Quizá hace 50 años, cuando aún no existían las TICS, la igualdad de condiciones estaba más equiparada, pero hoy en día que prácticamente Internet es el “libro abierto” para todos los ámbitos de la vida, ¿existe dicha igualdad?

En mi opinión, sería necesario que les autorizasen el acceso a las plataformas digitales para sus estudios, y es que actualmente es totalmente posible controlar dicho acceso a las páginas web, por lo que, como se hace en los colegios, se puede restringir su uso para fines ajenos a la búsqueda de información pertinente para el ámbito docente.

Y es que el derecho a la educación es un derecho inherente a toda persona, esté o no privada de libertad ambulatoria, por lo que la restricción o privación del mismo supone una vulneración de un derecho que es fundamental para todo individuo pero que quizá lo sea aún más para aquellos que están buscando su reinserción en la sociedad.

Pues por lo general el aprendizaje en prisión tiene repercusión de manera favorable en la reincidencia, la reintegración y más concretamente en las oportunidades de empleo tras la excarcelación. Yendo un paso más, la educación es mucho más que una herramienta útil para el cambio; es un imperativo en sí, por lo que se debe garantizar el mismo acceso y los mismos recursos que la educación en libertad, para poder desarrollar este derecho de manera real y efectiva.

Marina Álvarez Gómez

Línea de Intervención Penitenciaria y Derechos Humanos

Clínica jurídica de Acción Social

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