Muchos estudiantes, especialmente aquellos que deben mudarse a otra ciudad, tienen que lidiar con el pago de múltiples gastos entre los que se incluyen una vivienda o residencia, luz, agua, Internet… Por ello, es muy importante contar con los consejos adecuados para poder ahorrar y no tener que pasar apuros cuando llegue la factura a fin de mes.

No se debe olvidar, que además de estos pagos imprescindibles, cualquier estudiante también tiene la necesidad de salir e invertir algo de dinero en el ocio y entretenimiento, motivo por el cual es aún más importante saber organizarse. Y una de las formas de hacerlo, es a través del ahorro de la electricidad. Dependiendo de donde estén residiendo los estudiantes, se ahorrarán más o menos dinero en luz.

En el caso de las residencias, estos gastos suelen venir incluidos, por lo que no es algo de lo que deberían preocuparse. La situación, sin embargo, cambia bastante cuando se trata de estudiantes que vivan en un piso compartido. En este caso, todo dependerá de las condiciones del casero y la compañía que tenga contratada, así como el diferente consumo que realicen los convivientes dentro del domicilio.

GASTO DE LUZ = MENOS CAPACIDAD ECONÓMICA

Actualmente, los estudiantes consumen grandes cantidades de electricidad, en especial debido a los múltiples dispositivos con los que cuentan. Móviles, televisiones, tablets, ordenadores… son solo algunos de los aparatos de los que disponen la mayoría de los jóvenes, y estos son responsables del gasto tan enorme de energía que se realiza en pisos y residencias.

CONSEJOS:

Por ello, una forma que puede ser muy útil de ahorrar es intentando desenchufarlos una vez no se están utilizando, ya que estos siguen consumiendo a pesar de que no se les de uso. Otras alternativas que también pueden ser de gran ayuda son las bombillas LED, las cuales tienen una larguísima duración y además son bastante más respetuosas con el medio ambiente que otros dispositivos.

También se puede intentar ahorrar intentando aprovechar al máximo la luz solar, a pesar de que en ciertos meses como los de invierno, donde los días son más cortos, puede resultar algo más complicado. Sin embargo, en primavera e incluso en otoño se puede intentar utilizar la luz natural lo máximo posible, de manera que se ahorra también en electricidad y compensa con las temporadas donde la luminosidad no está demasiado presente.

Otra opción que también le ha resultado útil a los estudiantes, es intentar aprovechar al máximo los recursos que ofrece la universidad o espacio donde estudien, de forma que toda la electricidad que utilicen allí luego se la puedan ahorrar al llegar a casa. Sin embargo, esto es algo más complicado debido a la pandemia, aunque en caso de tener clases presenciales, todavía se puede intentar.

Ahorrar siendo estudiante puede ser una tarea difícil, por eso hay que tener muy en cuenta cuáles son los gastos e ingresos que se van a generar al mes, e intentar ahorrar lo máximo posible para no solo pasar aprietos económicos, sino para poder también disfrutar de algo de ocio.