Es más que evidente que el manejo de las nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación han sido la clave para la globalización en el mundo empresarial tal y como lo conocemos hoy en día. La comunicación se ha visto facilitada a niveles nunca antes imaginados. ¿Quién podía pensar hace 20 años que sería posible estar en una oficina hablando con 20 clientes de todas partes del mundo y sin coste gracias a Internet?
A pesar de esto, vemos como muchas de las compañías, actualmente todavía no se han subido al carro de la tecnología, y les está pasando factura, ya que el que no gestiona adecuadamente la información en estos días, se queda fuera del mercado. Si una compañía no está a la última en temas como el de la protección de datos, sistemas de seguridad de la información, sistemas de gestión y transmisión de la información, etc. puede estar en desventaja con sus competidores, una desventaja que puede llevarle a desaparecer.
Con la crisis, se ha demostrado que los mercados emergentes han sido capaces de funcionar igual o mejor que los países desarrollados en cuanto al manejo de las nuevas tecnologías, así como a la producción a menores costes con calidades iguales. Esta recesión, ha puesto de manifiesto el gran potencial de estos países que, con el apoyo de una infraestructura tecnológica fuerte, están revolucionando el mercado.
Además, muchas de las grandes compañías, se han instalado también en estos países, gracias a la facilidad de comunicación existente con ellos para coordinar todos sus procesos y gestionar la compañía como si todas las plantas estuvieran en la misma localización, lo que supone un ahorro en costes de unas dimensiones asombrosas.
En definitiva, la aplicación de estas nuevas tecnologías está permitiendo acercarnos a otras culturas, a otra gente y, por consiguiente, a nuevos mercados, con lo que gracias a ellas, cada vez hablamos menos de mercados locales y más de un mercado único, el mercado mundial.
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