Algo clave que debe aprender cualquiera es que, de vez en cuando, conviene cuestionarse lo más básico de lo que uno ha aprendido. Más aún si uno es economista y ha vivido (está viviendo…) la Gran Recesión. Si no se realiza este ejercicio, los conceptos quedan acartonados y llegan a ignorar sucesos y acontecimientos que no encajan en las explicaciones heredadas ni con calzador. Al mismo tiempo, ese cuestionamiento debe hacerse con la mente lo bastante fría como para no tirar por la borda cualquier intento de conocimiento sistemático de la realidad (aquí, la realidad económica y social). Al fin y al cabo, todo conocimiento es imperfecto y provisional.
Dejo aquí un enlace al blog de Bruegel, donde Jérémie Cohen-Setton resume algunas opiniones “fuertes” de economistas líderes en sus campos respectivos cuestionando algunos conceptos básicos de la teoría económica convencional (lo que solemos llamar el “mainstream”, la corriente principal). Animo a los estudiantes a reflexionar sobre cómo estas valoraciones ponen en cuestión conceptos básicos de lo que están aprendiendo en el grado, no simplemente a adoptar la cómoda postura según la cual “como X dice que esto no vale, no me lo estudio”. ¿Por qué dice X que ese concepto no es útil? ¿Es inútil siempre o bajo determinadas condiciones? ¿Es una teoría inútil o incompleta? ¿Cuáles son las bases de su razonamiento? ¿Ofrece una explicación alternativa mejor?
El repaso llega tanto a la macroeconomía como a la macroeconomía. Se incluyen enlaces a los textos originales de los autores.
Ahí va el enlace: http://bruegel.org/2015/11/unlearning-economic-paradigms/
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