En estas últimas semanas dedicadas a la Innovación docente y la Evaluación, nos han enseñado, mediante su puesta en práctica, estos componentes básicos de la educación que tienen una gran relación entre sí: toda innovación docente ha de tener una evaluación de resultados (como mínimo) y, a su vez, una evaluación desfavorable de resultados impulsa la necesidad de innovar para mejorar y conseguirlos.
Tampoco ha de olvidarse la necesidad incipiente de desarrollar nuevas formas de evaluación para poder valorar ciertos aspectos demandados por nuestro sistema educativo, tales como el aprendizaje por competencias, o la utilización de las TIC en la docencia.
La realidad que encontramos cuando nos fijamos en la enseñanza actual (en nuestro caso en secundaria y bachiller, aunque la universitaria también es representativa) es que la implantación de los nuevos modelos de innovación y evaluación educativa es desigual; para cada una de las técnicas, recursos o metodologías aplicables, encontramos defensores, detractores y una escala de posturas intermedias con sus respectivos expertos y pedagogos apoyando las distintas partes.
En la actividad de hoy, tomamos parte en las principales posturas en temas de innovación educativa y evaluación y debatimos algunas de las razones y datos que esgrimen.
A pesar de que los debates son tan antiguos como la existencia de discrepancia de opiniones, hoy en día, en educación, pueden calificarse como una actividad innovadora y, como tal, requiere planificación y diseño. Si se toma como referencia el guión desarrollado por las profesoras en esta actividad, se distinguen distintas etapas:
Diseño de la actividad repartido en clase
1. Distribución de la clase en grupos.
2. Enumeración y presentación de los temas a debatir.
3. Dentro de cada grupo, se reparten los roles de: moderador (uno como mínimo), interlocutores defensores de la postura a favor e interlocutores defensores de la postura en contra y en cuál de los temas ejercerá su respectivo papel (mejor si se distribuyen los posicionamientos entre distintos temas para evitar que se produzcan debates previos).
Rúbrica entregada para evaluar la participación de los compañeros dependiendo del papel desempeñado.
4. Reparto de rúbricas con las dimensiones detalladas para cada rol y en las que se especifica también qué rol han de evaluar para un tema concreto.
5. Tiempo de investigación y preparación de argumentos a favor y en contra por parte de los interlocutores, y de presentación y contextualización de la cuestión a tratar por parte del moderador.
6. En cada grupo, puesta en común de las informaciones o estrategias a seguir para defender la postura que le ha tocado a cada uno con el objetivo de que mejoren sus exposiciones o las nutran con nuevas aportaciones.
7. Debate:
7.1. Introducción del tema y contextualización de las principales posturas por parte del moderador.
7.2. Turnos de exposición, réplicas y contrarréplicas de 59 segundos de duración como máximo por interlocutor.
7.3. Conclusión y síntesis de los puntos expuestos más relevantes por parte del moderador.
*De forma simultánea al debate, otros compañeros han de completar las rúbricas correspondientes a los roles que desempeñan los participantes.
Más allá de lo enriquecedor que es siempre atender al intercambio de posturas contrapuestas bien razonadas, y de conocer algunos de los argumentos de los diversos expertos esgrimen respecto a: la flipped classroom, la gamificación, el prestigio perdido por la educación, los beneficios o perjuicios de la evaluación continua frente a la calificación, y la conveniencia del uso del móvil en los centros (a la espera de poder aplicar los conocimientos adquiridos en las prácticas de instituto de forma real y obtener nuestras propias conclusiones); esta experiencia descubre los debates como un ejercicio didáctico muy completo y perfectamente trasladable a secundaria y bachiller con bastantes plus añadidos.
Inicialmente, el alto nivel de implicación espontáneo que los participantes adquieren (como ocurrió en nuestro caso) ya que va a realizarse delante de los compañeros. A esto hay que sumarle que la preparación para los debates aúna la realización de una serie de sub-actividades que resultarían muy positivas y efectivas para para lograr un aprendizaje significativo de los temas tratados, y que, de forma simultánea, se desarrollan y consolidan otras muchas capacidades fundamentales y necesarias hoy en día.
Algunas de las tareas que los participantes han de realizar son: recordar los conocimientos adquiridos de previamente del tema que se les ha asignado y completarlos con la búsqueda de estudios y referencias documentales con las que defender su tesis (usando las TIC y otros medios a su alcance), analizar la fiabilidad de las fuentes consultadas, sintetizar la información recabada, compararla con otras publicaciones o registros (audio, vídeo, gráficos…), desarrollar el pensamiento autónomo y crítico según se profundiza en el tema (siempre generarán controversia), y el pensamiento abstracto bien al asumir la defensa de una postura que puede no coincidir con la propia o bien al reflexionar sobre los argumentos opuestos esperados para poder rebatirlos. Si nos fijamos, la mayor parte de estas actividades de corresponden con los niveles cognitivos altos de la taxonomía de Bloom.
Entre las “soft skills” y valores que se fomentan se encuentran: expresar de forma adecuada y correcta la postura defendida y argumentarla en el tiempo de exposición reglado, actitud de respeto ante posturas discrepantes, y aceptación de las normas y reglas de la actividad como, por ejemplo, los turnos de palabra, y el reconocimiento de todos los participantes como válidos. Todos ellos muy importantes en el desempeño de cualquier actividad y convivencia hoy en día.
Tratándose ésta de una entrada dedicada a los debates, es necesario cuestionar la existencia de algún contrapunto frente a tantas razones positivas, como es la cuestionable adaptabilidad de un debate a todas las asignaturas o el tiempo de realización que requiere y que puede ser difícilmente compatible con horarios lectivos ya desbordados por la cantidad de temario.
Aún así, investigaciones educativas como “El debate académico como instrumento educativo en la enseñanza secundaria” , “El debate como recurso didáctico innovador”, la existencia de ligas de debate con gran arraigo como en los países anglosajones y orientales o, de forma más reciente, en la educación española, ponen de manifiesto los grandes beneficios que reporta esta actividad y su potencialidad didáctica.
PERO, ¿TIENE SENTIDO DEL DEBATE EN LA ESPECIALIDAD DE FÍSICA Y QUÍMICA?
Permitidme hacer un spoiler a la conclusión final, pero, hoy por hoy, y con noticias como ésta:
es más necesario que nunca desarrollar las capacidades de argumentación y comunicación (junto con el pensamiento crítico) de las generaciones venideras para combatir de forma sólida estas corrientes y fenómenos pseudocientíficos que surgen cada cierto tiempo y de forma cíclica.
Desde una perspectiva externa, puede parecer que el debate sea un personaje foráneo en el mundo de la ciencia ya que las leyes de la física y la química (que es nuestra especialidad del MUPES) son “incuestionables” porque “rigen” la naturaleza tal y como es.
Sin embargo, si nos fijamos en el transcurso de la historia, observamos que la aceptación y validación de cada una de esas leyes y teoremas se logró tras encarnizados y largos debates con posturas enfrentadas basadas en experiencias y resultados. Podemos encontrar ejemplos representativos desde la antigüedad, como en el libro “Diálogo” escrito por Galileo, en el que tres personajes: Simplicio, Salviati y Sagredo, “dialogan” para esclarecer si es el Sol el que gira entorno a la Tierra o si es la Tierra la que gira entorno al Sol. Simplicio defiende el modelo heliocentrista, Salviati el modelo geocentrista y, Sagredo, realiza el papel de moderador.
Hoy en día, todos los descubrimientos y teorías desarrolladas siguen siendo sometidos igualmente al escrutinio de la comunidad científica antes de ser aceptados e, incluso, tiempo después de conseguir reconocimiento generalizado, pueden ser refutados por nuevos hallazgos y pruebas.
De hecho, y en el nivel para el que nos estamos preparando para ejercer al docencia, la propia normativa educativa vigente recoge el debate entre posturas de distintos temas dentro de las materias de física y química.
CONCLUSIONES
A pesar de la importancia que tiene la innovación docente en nuestros días, no existe una postura unánime entre los expertos educativos acerca de la conveniencia o mayoría de aspectos positivos frente a los negativos acerca de ninguno de los temas tratados, ni siquiera entre los 22 compañeros de la especialidad de física y química del MUPES. Si nos fijamos en las actuaciones educativas recientes, aunque durante algún periodo de tiempo una metodología o modelo haya conseguido relevancia, de forma regular nace una contracorriente opuesta que reivindica las propiedades y bondades del método previo o más tradicional.
Por último, no quiero dejar de mencionar dos cosas importantes desde mi perspectiva; la primera, que el problema del uso del móvil en clase se podría resolver de forma tan sencilla como creando un “modo escolar” igual que ya existen el “modo avión” o el “modo coche” de forma que se restrinja el funcionamiento de algunas aplicaciones, y, para acabar, que calificaría el debate como una actividad didáctica fundamental a día de hoy y que además, encaja perfectamente en los complicados entresijos de las demandas de educadores y alumnos de secundaria y bachiller.
Para resumir mi punto de vista: los PROS de realizar un debate superan a los CONTRAS
REFERENCIAS:
-
Libro “Diálogo”- Galileo Galilei
-
Liga debate para secundaria y bachiller de Castilla y León https://www.educa.jcyl.es/es/programas/liga-debate-2019-20
-
Web recursos de debate para utilizar en clase https://www.thoughtco.com/interactive-debate-sites-for-students-8042
-
Artículo “El debate como recurso didáctico innovador” https://www.unir.net/educacion/revista/noticias/el-debate-como-recurso-didactico-innovador/549202750686/
-
Web “The best interactive debate websites for students and teachers” https://www.thoughtco.com/interactive-debate-sites-for-students-8042
-
Artículo de investigación educativa: “El debate académico como instrumento educativo en la enseñanza secundaria”- Luis Delgado Reverter https://orcid.org/0000-0001-9772-6876
Aún no hay comentarios.