La lucha de los artistas y la institución arte es uno de los principales problemas del arte. El artista busca nuevos métodos para vencer a la institución pero esta los asume con el paso del tiempo.
Desde que surgiera el impresionismo y los artistas se volvieran hacia el lenguaje de los colores y las formas en contra posición de lo establecido, de la academia, la lucha está servida.
El artista siempre intentando vanamente salir, derrotar o matar a la institución arte, digamos aquí museos, crítica, marchantes, comisarios, becas… pero la realidad es que la lucha parece perenne y la institución demasiado poderosa. Si bien es verdad que muchos artistas están ajenos a estas luchas pero realmente los cambios sustanciales que a sufrido el arte viene de estas luchas.
Todas las experimentaciones de la vanguardia se han asumido con el tiempo con más o menos entusiasmo, estando como punta de lanza Duchamp y sus ready mades, pura provocación artística para intentar derrotar a la institución al arte. Pero que con el tiempo se convirtió en un recurso más de los artistas, desde luego el arte puede ser cualquier cosa: solo necesita asumirse como hecho artístico. Realmente esto no es malo, da libertad a los artistas. No tienen muros, pero si un recinto: la institución arte. El problema real del arte es su institucionalización, desmantela todos los mecanismo de los artistas para intentar elaborar discursos que creen conciencia o sean críticos. No es verdad que el arte político y crítico se banaliza demasiado al estar en un museo? Se convierte en estética política más que en creador de conciencias. No resulta ridículo que Santiago Sierra diga que no al premio nacional de artes plásticas cuando años antes representó oficialmente a España en la Bienal de Venecia del 2003.
Así con todo, no resulta curiosa las contradicciones de los propios entendidos del arte. En su momento los avances asustan mucho pero con el tiempo se asumen. Mirar si no el minimal, expresión última del ready made que desmantela los valores del hecho artístico fue tachado de no-arte por algunos críticos pero la realidad es que sigue presente e influyendo a muchos artistas.
Después de todo por mucho que se diga lo contrario el arte es para entendidos, no es nada popular, necesita de un mínimo de estudios, de formación e incluso muchas veces de la misma práctica artística. De aquí al problema de la enseñanza que no atañe, pero que es clave y cuanto mejor fuera la enseñanza en todos los campos, no solo en las matemáticas o la lengua mejor nos iría.
El poder de real de la institución, el que le da tanto poder sobre los artista es el dinero. Nada ni nadie puede huir al cien por cien del dinero o por lo menos eso es lo que nos dan a entender. Resulta ridícula la cantidad ingesta de dinero que se invierte en arte, ya no solo en el arte establecido de los museos y las colecciones particulares de desorbitados precios sino también las becas y los premios pequeños regionalistas carentes de valor alguno en la mayoría de los casos.
Pero decir que el arte va mal es una memez, pues todos los estamentos de la sociedad occidental están en total decadencia.
La guerra de todos.
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