REDES SOCIALES EN HORARIO LABORAL

¿Deben las organizaciones permitir el acceso a las redes sociales a sus empleados durante la jornada laboral? Existen dos vertientes bien diferenciadas: por un lado puede interpretarse como un lastre a la productividad debido al tiempo que deja de dedicarse al trabajo, sin embargo, hay otra corriente que lo relaciona con una forma de mejorar la comunicación, que redunda en la satisfacción de los propios empleados y de terceros relacionados con estos procesos.
Seguramente el posicionamiento a favor de una u otra postura estará muy condicionado por las circunstancias de la sociedad: tamaño, dimensión, orientación, actividad…
Llevando la situación al extremo, las entidades que no son partidarias de su utilización, llegan a actuar en cierto modo como espías, intentando indagar en los perfiles de los empleados, controlando en la medida de lo posible sus inquietudes, hábitos, horarios, tanto como les sea posible. Se han dado casos en los que se ha tratado de obtener contraseñas o claves de acceso con la finalidad de acceder a mayor cantidad de datos. Estamos ante la forma más drástica de utilizar las redes sociales, perdiendo un poco la perspectiva. Desde un punto de vista ético quizás deberían limitarse al conocimiento de intereses o inquietudes de las personas, sin embargo en ocasiones transcienden a cuestiones personales con connotaciones que no necesariamente deberían relacionarse con los ámbitos profesionales o educativos.

En el lado opuesto, estarían las empresas “inteligentes”, son las que usan las redes sociales como vehículo para conocer mejor a sus colaboradores, sus opiniones y también como instrumento para mejorar el servicio que ofrece tanto a su clientela como al personal de la propia organización.
De esta manera no se trata de hacer un control sobre la intimidad de las personas, sino promocionar la comunicación de una forma positiva que pretende buscar una mejora. Las redes sociales permiten mantener el contacto con los públicos relacionados con la empresa que no están cerca o con los que no se trata a menudo, conociendo mejor qué hacen y pudiendo aprovechar mejor la información que obtienen. Las medidas que toman estas empresas para poder integrar las redes sociales dentro del ámbito laboral van desde la creación de foros y redes sociales adaptadas, hasta incluso la explotación de las redes sociales más populares ya existentes y de una forma más abierta. Por ejemplo un grupo de debate en LINKEDIN, página de FACEBOOK, hashtag en TWITTER… encaminados a saber qué ocurre en cada momento.
En conclusión, la utilización de las redes sociales en el trabajo puede ser perfectamente compatible con el desarrollo de la actividad laboral. Todo irá en función de cómo se enfoque este uso así como de la educación y filosofía que la empresa transmita a sus empleados.
Pueden ser un buen aliado incluso en horas de trabajo para comunicarse y conseguir nuevos clientes, para comunicarse con otros públicos que brinden un servicio a la empresa, para conocer las últimas novedades de proveedores… No debe contaminarse por la concepción general de “redes sociales = a pérdida de tiempo”. Sin embargo, es fundamental que todo individuo debe actuar de manera responsable y realizar esta actividad sin perder la perspectiva empresarial, en otro caso no estaría justificado.
REDES SOCIALES

raubm

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Alumno del MBA DEF. Facultad de Economía y Empresa. Universidad de Salamanca.
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