Nuevo mercado emergente: Redes sociales corporativas

El director de marketing de producto de Microsoft España, Óscar Mozo, asegura que antes de lo que muchos pensamos los trabajadores dejarán de estar pendientes del email del trabajo.
Y aunque muchos pensemos que es una idea descabellada, sólo tenemos que pararnos a pensar en el escenario actual, donde nos encontramos con que un 80% de los emails recibidos son spams, y tan sólo un 20% correos importantes.
Si a esto le añadimos que se generan alrededor de 350 millones de “tuits” al día y hay más de mil millones de usuarios conectados al facebook, es más fácil entender el porque de las redes sociales corporativas.
Yammer, una red social privada que ayuda a los empleados a colaborar entre los departamentos ubicaciones y aplicaciones empresariales cuenta ya con más de 8 millones de usuarios corporativos.
La clave de su éxito está en que agiliza el proceso de comunicación interna respecto a los sistemas tradicionales como reuniones, correo electrónico…etc.
Proporciona comunicación en tiempo real y de forma fluida y espontánea, reduce la necesidad de enviar correos electrónicos y realizar reuniones, fomenta la participación y colaboración natural entre los empleados, es una forma de compartir el conocimiento de forma instantánea y mejora el ambiente corporativo. En definitiva , proporciona todos los beneficios que nos ofrecen las redes social pero aplicado al ámbito empresarial.
A pesar de todo, aún son muchos los escépticos que no confían en esta nueva forma de comunicarse, no son pocos los que critican que la tecnología todavía no está lista, es primordial conseguir la integración social de mensajería con otras funciones, ejemplos incluyen la posibilidad de una escalada de una conversación Yammer directamente en una videoconferencia , editar colaborativamente un documento de Office mientras se discute al mismo tiempo en Yammer , o la integración con la dinámica de llevar las conversaciones hacia atrás y adelante con los clientes.
Tampoco faltan pesimistas que extienden el miedo, la incertidumbre y la duda, se preguntan cómo será posible controlar que se utilice de forma adecuada, donde estará el límite de la información a publicar…etc.
Personalmente y a pesar de las reticencias , opino que al igual que fuimos capaces de hacer que Facebook o WhatsApp formen parte de nuestra vida, haremos lo mismo con las redes sociales corporativas en el ámbito profesional. Cualquier nueva forma de trabajar, sobre todo cuando es impulsado por la tecnología, encuentra resistencia en un primer momento. Pero creo que vale la pena explorar nuevas formas de trabajar que permiten desarrollar el valor de la colaboración social empresarial.

Aún no hay comentarios.

Deja un comentario


*

Política de privacidad