Vivimos en la era de la información, con avances tecnológicos continuamente
sorprendentes y sin precedentes. Toda la información aparece al alcance de nuestra mano, pero…
¿Sabemos filtrar la ingente cantidad que nos llega? ¿Sabemos distribuirla
eficientemente dentro de nuestras organizaciones?
La idea generalizada es que a las empresas familiares, les lleva más tiempo introducir grandes cambios, bien sea porque suele tratarse de organizaciones con más dificultades para llegar a la profesionalización de los directivos o porque, ciertos cambios cambios simplemente tardan en cuajar.
En el trabajo realizado por Miriam Gandarillas Iglesias ,Francisco M. Somohano
Rodríguez y Francisco Javier Martínez García (Universidad de Cantabria) se pone
de manifiesto la desigualdad entre empresas familiares y no familiares a la
hora de la implantación del ERP. En el estudio, realizado se analizaron 276 empresas familiares y 106 empresas no
familiares se observa cómo el 27,55 %de las empresas familiares han implantado
un ERP frente al 40,57 % de las no familiares, por tanto observamos que hay
diferencias significativas en este aspecto. Algunas teorías dicen que en las
empresas familiares, la información se intercambia de una forma más fluida,
pero lo cierto es que las empresas familiares deberían hacer un esfuerzo para
implantar el ERP, y más teniendo en cuenta la difícil situación que muchas de
las empresas atraviesan.
“la implantación de el ERP es una de las grandes asignaturas pendientes presentadas por las PYMES familiares en nuestro país”
Si pasamos a analizar la implantación del ERP respecto a las PYMES y medianas
empresas vemos que sólo el 27% de las PYMES lo han implantado frente a un
54,05% de las empresas medianas. Es verdad que en empresas jerárquicas y
grandes, es más importante un ERP por su papel de aplanar la pirámide
jerárquica (como vemos en el caso de Nokia…) y dará una mayor flexibilidad (en
general) a las organizaciones.
Como dice un artículo del blog, soy de la opinión de “concienciar a las empresas que ven la tecnología como un gasto y no
como una inversión” . Nos debemos, por tanto, al menos interesar sobre las posibilidades que estas nuevas tecnologías pueden ofrecer a nuestras empresas.
Fuente: http://www.revistainternacionalpyme.org/volumenes/volumenuno/vol1num4/articulos/pyme4art1.pdf
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