Un viernes por la mañana los compañeros del MUPES de las especialidades de Física y Química y de Biología y Geología hemos marchado de excursión a Valladolid, nada más y nada menos que al Museo de la Ciencia.
Hemos pasado por diversas áreas, muchas de las cuales trataban los contenidos de dichas asignaturas mediante la gamificación: desde piezas de un puzzle con números expresados como decimales, porcentajes, partes de figuras geométricas o fracciones en cada uno de los vértices hasta una maqueta de un cerebro con un conjunto de botones que tenían al lado los diferentes sentimientos y acciones asociados al cerebro, los cuales hacían que se iluminara la parte del cerebro correspondiente.
Asimismo, hemos visto un péndulo de Foucault, semejante al que hay en la Facultad de Física de la Universidad de Salamanca, y me he acordado del problema de resolución significativa que resolvimos, en el que había que determinar la longitud del péndulo a partir de su periodo.
Hemos accedido también a una sala donde había unos vasos comunicantes muy bien elaborados, los cuales ilustran la ecuación de la presión de un fluido en función de la densidad, la altura y la gravedad:
Resulta muy ilustrativo realizar el experimento de los vasos comunicantes para que los alumnos lo visualicen o llevarlos al Museo de la Ciencia para que puedan disfrutar del experimento elaborado con más precisión. Este principio de los vasos comunicantes se puede esquematizar de la siguiente manera:
Otra de las aportaciones de esta excursión ha sido una app para el móvil, llamada Mendelevium, mediante la cual se puede acceder a los elementos de la tabla periódica y pinchando en cada uno de ellos se pueden ver sus características, obtención, usos, historia e imágenes. Esta aplicación venía anunciada en la explicación de una tabla periódica con materiales reales compuestos por cada uno de los elementos:
En mi opinión, la visita al Museo de la Ciencia de Valladolid ha sido muy enriquecedora, ya que nos ha permitido poner en práctica de una forma muy visual y experimental algunos conocimientos de las asignaturas de Matemáticas, Física y Química, y Biología y Geología. Además, está científicamente demostrado que la actividad cerebral de los alumnos cuando atienden una clase magistral sentados es mucho menor a la que tienen cuando se están moviendo y realizando diversos experimentos, como ocurre en el Museo de la Ciencia. Por lo tanto, los profesores podríamos valernos de este tipo de espacios dedicados a la ciencia para aprovechar los picos de concentración y de actividad cerebral de los alumnos, de modo que aprendan mediante la gamificación y la experimentación, impulsados por su motivación intrínseca.
Bibliografía:
Esta es la página web del Museo de la Ciencia de Valladolid:
https://www.museocienciavalladolid.es/opencms/mcva/QueOfrecemos/
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