Breakout como alternativa a la Escape room

Algunos profesores de la universidad nos han preparado un Breakout,  lo cual es una alternativa a la típica Escape room donde los alumnos deben ir resolviendo una serie de enigmas para abrir la puerta de la habitación en la que están encerrados, con la diferencia de que en este caso se debe abrir una caja que contiene algo valioso y los alumnos no estábamos encerrados en una aula. Personalmente, esta ha sido la primera vez que he participado en una de estos dos instrumentos de gamificación. El juego en el que hemos participado partía de la premisa de que el agua de la facultad estaba contaminada y teníamos que hallar un compuesto químico que la potabilizara. Como es de esperar, este compuesto químico estaba dentro de la caja que teníamos que abrir mediante la apertura de diversos candados que a su vez se abrían una vez resueltas todas las pruebas que los profesores habían escondido a lo largo y ancho del aula. En mi opinión, lo más novedoso ha sido que la caja que contenía el reactivo químico para potabilizar el agua se abría mediante candados digitales como los que aparecen en la siguiente imagen:

candado digital

Después del juego, el cual no hemos podido acabar de completar, un maestro que ha colaborado en la elaboración del mismo nos ha mostrado las bondades de trabajar en educación con un breakout. Lo que no podemos hacer es llegar al aula y empezar a dar la clase como nos la han dado a nosotros, ya que la educación está empezando a cambiar. Esta es una de las metodologías activas que se utilizan para trabajar con los niños. Una de las cosas que hay que cambiar, como en este caso, en el cual probablemente ha habido algunos errores como no agrupar las pistas en la elaboración del juego, es la percepción de que errar es malo, ya que cometer errores es necesario y se aprende de ellos.

Tanto el breakout como el escape room son los dos tipos de juego de fuga. Evidentemente, aquí se pueden trabajar todos los objetivos que queramos; por ejemplo, en el que nosotros hemos participado había cuestiones de física, química, didáctica, pedagogía y música. Siempre hay una narrativa (en este caso, el agua que había que purificar y en otros casos, un antídoto que hay que hallar para hacer frente a un virus muy infeccioso), hay que plantear unos retos y la diversión es importante, a la vez que la temporalización, el material, la organización y los espacios. Hay un desenlace (por ejemplo, que se purificara el agua) y siempre tiene que haber una metacognición: el conocimiento sobre lo que yo conozco, es decir, lo reflexivo sobre lo que estamos trabajando (hacer consciente lo que hemos aprendido).

Desde mi punto de vista, con este breakout hemos aprendido a identificar ciertas sensaciones y sentimientos como la frustración de los alumnos, con la cual vamos a tener que lidiar en el futuro, así como la descoordinación entre los distintos miembros del grupo, por lo que tendremos que guiar a los alumnos para que colaboren y cooperen entre ellos. Por otro lado, desde mi punto de vista está claro que en el breakout tiene que haber conexiones pedagógicas distintas, y puede servir para evaluar los conocimientos procedimentales (saber hacer y experimentar) de los alumnos, junto con otras pruebas de evaluación, dejando atrás un sistema de evaluación donde lo único que puntúe sea el examen final.

 

Bibliografía

Me he valido de esta página web (de la revista Educación 3.0) para explicar algunas de las bondades de la escape room orientada a fines didácticos:

https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/escape-room-en-educacion/77954.html

 

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