-”¿María, el termómetro mide bien?”. Pregunto él (estaba tiritando y el termómetro marcaba 36,4).
- Creo que un poco menos. Contestó ella.
Esta típica conversación, la hemos tenido más de uno cuando tenemos la sospecha de que nuestro termómetro digital (¡cuánto me acuerdo del mercurio!) no es fiable.
Ya que somos tan tecnológicos, lo nuestro es el Kinsa Termometer (24,99$ en la página oficial), un gadget adaptable a nuestro dispositivo para medir la temperatura.
El termómetro se conecta al conector de auriculares y una vez puesto en el cuerpo, basta con esperar 10 segundos para que suene la señal acústica y ver los resultados en la pantalla.
El dispositivo se puede usar por vía oral, bajo el brazo o rectal, registrar las medidas de todos los miembros de la familia, y simplemente se limpia con jabón y agua o alcohol.
El Termómetro Kinsa ha sido aprobado por la Administración de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos y la Marca CE europea, y cumple con las normas ASTM para la precisión profesional.
Ha sido galardonado con el Bump’s Best of Baby Award de 2016.
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