Parece que la demanda de satélites por parte de empresas privadas, operadores particulares y agentes de todo tipo se multiplicará de forma espectacular en los próximos años. Quedan ya lejos los tiempos en que esta tecnología estaba reservada a agencias gubernamentales y estados mayores de los países más ricos. Las tecnologías basadas en aparatos ubicados en vehículos orbitales cada vez se desarrollan más deprisa y nadie quiere quedarse rezagado. La contrapartida negativa del invento será el aumento descontrolado de residuos y basura orbital,
que ya suponen un problema real en la actualidad, a la espera de que algún iluminado proponga alguna solución viable (sea porque suponga un nuevo negocio o porque ponga en peligro la propia carrera espacial). Picar en la imagen para leer más.
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