Uno de los principales retos que tiene la interpretación de datos estadísticos es descubrir relaciones de causalidad. En concreto, es frecuente confundir relaciones de correlación (A y B habitualmente suceden de forma conjunta) por relaciones de causalidad (si se produce A, entonces se producirá B). La aparente causalidad no siempre es real, sino que puede enmascararse por otros factores, algunos de los cuales se pueden encuadrar en la categoría de endogeneidad. En los ejemplos anteriores, aunque A y B se produzcan de forma conjunta, ello puede deberse no a que A produzca B, sino a que existe otro elemento C, no aparente, que produce tanto A como B. Concluir en estas circunstancias que A produce B es un error, bastante frecuente cuando uno no se detiene a buscar los elementos del tipo C.
Pues bien, hace algún tiempo El Mundo publicó los resultados de un estudio sobre los efectos de educación en las guarderías sobre el rendimiento académico de los adolescentes, entre los que se encontraba un hallazgo muy convincente: los niños que reciben una educación de calidad en las guarderías tienen más nivel cognitivo en el futuro. No importa de lo intuitiva que sea la idea, el hecho es que el análisis era criticable dado que podría estar viciado por un sesgo de endogeneidad: los niños que reciben una educacion de calidad en las guarderías probablemente reciban mayor atención y una educación más intensa a lo largo de su infancia y adolescencia, lo que dificulta que pueda afirmarse con rigurosidad que los resultados observados (mayor capacidad cognitiva) sean atribuibles a las causas intuidas (educación de calidad en las guarderías).
En septiembre, Raj Chetty et al. han publicado un documento de trabajo en el NBER en el que parten de un estudio con asignación aleatoria de alumnos y profesores a los distintos grupos, la mejor forma (en muchos planteamientos, la única) de evitar los sesgos de endogeneidad. Las conclusiones van en la misma línea, todo hay que decirlo: básicamente, que la calidad de la educación básica tiene efectos significativos a largo plazo (principalmente en la renta). Sin embargo, desde el punto de vista de la Economía es un resultado mucho más riguroso, y además prueba la existencia de causalidad donde otros estudios sólo permiten deducir correlación.
Aún no hay comentarios.