‘Nuestro deseo es una revolución. Imágenes de la diversidad sexual en el Estado español (1977-2017)’
El Porvenir de la Revuelta. Memoria y Deseo LGTBIQ
CentroCentro
Plaza Cibeles 1, Madrid
Hasta el 1 de octubre de 2017
En el marco del programa de actividades ‘El Porvenir de la Revuelta. Memoria y Deseo LGTBIQ’, CentroCentro ha acogido la inauguración de la exposición ‘Nuestro deseo es una revolución. Imágenes de la diversidad sexual en el Estado español (1977-2017)’. La muestra plantea una revisión de la cultura audiovisual LGTBIQ desde 1977 hasta el presente, a través de un centenar de obras –vídeo, fotografía, escultura, pintura, dibujo, artes gráficas, instalación, performance–, de 60 artistas y colectivos.
La exposición, comisariada por Juan Guardiola y Juan Antonio Suárez, se podrá visitar en la planta 1 de CentroCentro, con entrada gratuita, hasta el 1 de octubre de 2017.
Nuestro deseo es una revolución muestra cómo diversas prácticas artísticas y discursivas gays, lésbicas y queer han combinado los lenguajes de las vanguardias artísticas y la iconografía y modos de hacer de las subculturas de la calle para politizar la representación del cuerpo y la sexualidad, para cuestionar el funcionamiento de las esferas pública y privada y para releer la historia hegemónica que invisibiliza a los sujetos marginales.
La vocación experimental y abiertamente política de la imagen queer ha quedado relativamente relegada en décadas recientes, tras los años álgidos de la crisis del SIDA, debido a la asimilación de la sexualidad gay-lésbica-queer a un nicho de mercado y al auge de reivindicaciones más orientadas a la gestión del ámbito privado (derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo) que a la transformación colectiva de la sociedad, como pretendía gran parte del activismo de los años setenta y del movimiento queer posterior. Frente a estas estrategias de normalización, esta exposición recuerda la tradición de experimentación formal ligada a la disidencia sexual en el arte, una experimentación motivada por la conciencia de que para dar cuenta de una revolución sexual y social sin precedentes, aún en marcha, había que reinventar los modos de crear y narrar, de articular imágenes y de utilizar los medios artísticos.