Hola de nuevo!!!!!
Hoy vamos a hablar de las rúbricas, el elemento evaluador por excelencia en los institutos hoy en día y de la herramienta de la que todo el mundo habla para evaluar una determinada actividad. La verdad es que, una vez vista como es el proceso de elaboración de rúbricas, es lógico que se utilicen porque, una vez realizadas, son muy cómodas para corregir a la par que transparentes para el alumno por lo que todas las partes involucradas en el proceso de evaluación salen beneficiadas.
¿Pero, en primer lugar, qué es una rúbrica? Pues se trata simplemente de una guía para el profesor y para el alumno de aquellos elementos por los que se va a evaluar una determinada actividad. En la misma se describen las características de la tarea graduadas en diferentes niveles de importancia dirigidos por el profesor. Por ello, el alumno sabe qué tiene que hacer para simplemente sacar un aprobado raspado o para sacar la mejor nota en la actividad.
Con la rúbrica, como he dicho anteriormente, podemos evaluar cualquier cosa que nos propongamos ya que son muy versátiles. Por ejemplo, nosotros en el Máster elaboramos una rúbrica libre, es decir una rúbrica de una actividad que podríamos hacer en clase. Nuestro grupo realizó una rúbrica sobre la actividad de Flipped Classroom sobre la tabla periódica. ¿Os acordáis de la entrada sobre la clase invertida? Pues nuestra rúbrica estaba dirigida a esa actividad. En la siguiente imagen os presento cómo nos quedo y por favor no seáis muy críticos con la misma ya que, como vosotros, estamos aprendiendo:
Rúbrica Clase invertida La Tabla Periódica
Como podéis observar, alguna dimensión puede no ser de vuestra completa comprensión, pero para nosotros sí la tiene (evidentemente). Por ejemplo, ¿Qué quiere decir cuestionario inicial? Simplemente se refiere al cuestionario que realizaremos en clase una vez que ya han visto los vídeos. Lo que quiero decir con esto, es que existen muchos tipos de rúbricas y lo que debemos hacer es hacerlas nuestras, es decir, saber lo que estamos pidiendo independientemente de que otras personas ajenas a la actividad no entiendan lo que pedimos (pero sí nuestros alumnos por supuesto).
Ya para concluir, creo que las rúbricas hacen que el sistema de evaluación sea más justo. Además, en las mismas se describen diferentes niveles de logro con los que poder atender a la diversidad del alumnado y son muy sencillas de utilizar aunque difíciles de elaborar, ya que requieren de mucho tiempo de reflexión para escribir perfectamente lo que queremos lograr en esa actividad.
¿Qué os parece a vosotros?Por lo que a mí respecta, las rúbricas me parecen de gran utilidad aunque requieren de tiempo para lograr su completa elaboración.
¡HASTA PRONTO!
Aún no hay comentarios.