Ahora sí, bienvenidos a mi nuevo blog.
En este nuevo espacio web voy a recomendar e intentar explicar algunas de las últimas películas que han surgido sobre el mundo de la economía. Algunas de ellas no requieren explicación ninguna, pero otras son más complejas y necesitan de un conocimiento previo para entenderlas. Por ello, aquí voy a intentar explicar las nociones básicas que se necesitan para que cualquiera, sin estudiar sobre el tema, pueda disfrutar de películas enriquecedoras.
En este post comentaremos la película “Una mente maravillosa”. Si bien es una película comercial, también tiene un matiz económico, ya que el protagonista del film es el matemático John Nash, ganador del premio Nobel de Economía en 1994 por su trabajo en la Teoría de Juegos, de la que hablaremos a continuación.
La Teoría de Juegos defiende que para que las decisiones que toma un individuo tengan éxito, éste debe tener en cuenta las decisiones tomadas por el resto de los individuos del entorno que intervienen en la situación. El individuo debe tomar su decisión basándose en las decisiones que tomarán los demás, y no sólo en lo que él quiere hacer. A su vez, el resto de individuos también basarán su decisión en la decisión del resto de agentes del entorno.
El verdadero avance que supuso la aportación de John Nash a esta Teoría es el Equilibrio de Nash. Éste se da cuando todos los individuos, conociendo la función de bienestar de los demás, toman su decisión y deciden no cambiarla porque esto supondría reducir su propio bienestar. También se puede dar el caso en el que todos los individuos incrementen su bienestar sin reducir el de los demás, se diría entonces que el Equilibrio de Nash no es Pareto eficiente. Pero por lo general, el Equilibrio de Nash es la única alternativa para satisfacer a todos los individuos perjudicándose lo menos posible entre ellos.
Y a partir de esta breve explicación pasamos al ejemplo más común que hay sobre esta Teoría: El dilema del prisionero.
Supongamos que detienen a dos personas. La policía necesita una declaración de uno de los dos. Si ambos confiesan el delito irán ocho años a la cárcel. Si uno confiesa y el otro no, el que haya confesado irá un año a la cárcel por colaborar y el otro irá diez años por el delito. Si los prisioneros no pueden comunicarse entre ellos, ¿qué harán?
Lo normal sería que al no saber qué hará el otro prisionero busquemos lo mejor para nosotros mismos, en este caso confesar, ya que aunque el otro confiese minimizamos los años de cárcel. Si el otro confiesa iremos ocho años en vez de diez y si no confiesa iremos uno en vez de dos. Pero el otro prisionero hará lo mismo que nosotros, así que al final ambos acabaremos ocho años en la cárcel, mientras que si no hubiéramos confesado, habrían sido sólo dos años.
Esta situación alcanzada es un Equilibrio de Nash, porque ambas partes no pueden cambiar su decisión sin empeorar su bienestar, es decir, no hay mejor situación para las partes.
Para terminar, os dejo un vídeo de la película en la que se explica de forma muy ilustrativa ésta teoría:





Genial!
Me ha parecido muy interesante, pero sobre todo muy sencillo de comprender. Si el resto de post’s que vayas escribiendo son así de claros, creo que aprenderemos mucho, sobre todo para aquellos que no somos expertos en este campo.
Enhorabuena. Un saludo!