La clase invertida o Flipped Classroom (FC) es un modelo pedagógico que transfiere el trabajo de determinados procesos de aprendizaje fuera del aula y utiliza el tiempo de clase, junto con la experiencia del docente, para facilitar y potenciar otros procesos de adquisición y práctica de conocimientos dentro del aula.
Este modelo tiene su origen en dos profesores de química, Jonathan Bergmann y Aaron Sams, del Woodland Park High School en Woodland Park (Colorado), los cuales acuñaron por primera vez el término “Flipped Classroom”. Bergmann y Sams se dieron cuenta de que los estudiantes faltaban frecuentemente a algunas clases por diversas razones. En un esfuerzo por ayudar a estos alumnos, impulsaron la grabación y distribución de video para impartir sus clases, dándose cuenta en el proceso de que este mismo modelo permitía que el profesor centrara más la atención en las necesidades individuales de aprendizaje de cada estudiante.
A fin de entender mejor de que se trata el modelo de clase invertida, vamos a describir en primer lugar lo que sería el modelo “tradicional” de enseñanza.
El modelo tradicional se basa en dos etapas: en una primera etapa, la cual se realiza en el aula, el profesor realiza una explicación expositiva de los contenidos. Por su parte, el alumno debe asimilar dichos contenidos y realizar actividades que mejoren dicha asimilación. En una segunda etapa, la cual se realiza fuera del aula, el alumno debe realizar una serie de tareas que le servirán para consolidar lo aprendido en clase.
Por su parte, el modelo de clase invertida o modelo flipped, le da una vuelta a las etapas: en una primera etapa, la cual se realiza fuera del aula, los estudiantes reciben los contenidos a través de medios indirectos (generalmente audiovisuales) y deben asimilarlos. En una segunda etapa, la cual se realiza en el aula, el estudiante realiza una serie de actividades que mejoran su aprendizaje, mientras que el profesor sirve como guía y apoyo para consolidar dicho aprendizaje.
Para justificar la utilización del modelo flipped frente al modelo tradicional, podemos hacerlo de manera sencilla si recurrimos a la taxonomía de Bloom del aprendizaje. Ésta nos permite jerarquizar los procesos cognitivos en diferentes niveles según su grado de complejidad. Se presenta como una pirámide, donde la base estaría ocupada por los procesos cognitivos de menor complejidad (recordar, comprender y aplicar) y la parte superior por los de mayor complejidad (analizar, evaluar y crear).
Podemos observar que los procesos cognitivos de menor complejidad son los que se dan cuando uno recibe una clase expositiva: recordar lo que ha dicho el profesor, comprender lo que se está explicando y finalmente aplicarlo en una determinada actividad. Puesto que estas tareas no requieren de un excesivo esfuerzo cognitivo, el modelo flipped desplaza esta parte del aprendizaje fuera de las aulas, permitiendo que el alumno gestione esta parte de su enseñanza.
Por otro lado, tendríamos aquellos procesos de mayor complejidad, los cuales surgen a raíz de haber superado los primeros. Estos van más allá, exigiendo al alumno unas capacidades muy desarrolladas para llevarlos a cabo por si solos. Es por esto, que el modelo flipped reserva estos procesos para el aula, donde el profesor puede orientar a los alumnos para ayudarles con estas tareas las cuales exigen un elevado esfuerzo cognitivo.
Una vez hemos visto que el modelo flipped se adapta mucho mejor al aprendizaje de alumno, vamos a ver como podríamos llevarlo a la práctica.
Comenzaremos por la creación y distribución del material previo a la clase. En cuanto a la creación, podríamos diferenciarla en dos tipos: construcción de nuestro propio material; o bien, utilización de material de terceros, el cual cumple con los estándares que lo hacen apto para la enseñanza y disponemos, además, de la autorización del creador. Este tipo de material al que nos referimos de manera genérica, suele ser en formato vídeo, de modo que para su distribución podemos optar por diversas vías: correo electrónico de los alumnos, plataformas de compartición de vídeo, plataformas de enseñanza, etc. La forma más usual la constituirían las plataformas de enseñanza, debido a que además de exponer de manera ordenada nuestro material, ofrecen foros para la consulta de dudas, así como instrumentos de evaluación y seguimiento como los cuestionarios.
Continuaremos por la explicación de dos modelos, el Just in Time Teaching (JITT) y el Peer Instruction (PI), los cuales se adaptan muy bien al modelo de clase invertida.
En cuanto al modelo JITT, se correspondería con la etapa fuera del aula de la clase invertida. Éste consiste en suministrarle el material audiovisual al alumno, previo a la clase, para que éste lo visualice y responda a una serie de cuestiones relacionadas con el mismo. Estas respuestas son enviadas al profesor para realizar un seguimiento de los alumnos que han realizado la tarea, y a su vez ver cuales son aquellos contenidos que ofrecen una mayor dificultad de comprensión para los estudiantes.
Por su parte, el modelo PI, que se correspondería con la etapa dentro del aula de la clase invertida, parte del momento en que lo dejamos en el modelo JITT. Una vez el profesor sabe los contenidos que mayor dificultad han presentado para los alumnos, realiza una breve exposición donde clarifica aquello que no se ha entendido. A continuación plantea una serie de problemas, para que los alumnos los resuelvan. En un primer momento, el alumno lo deberá resolver solo y sin obtener las correcciones del profesor. En una segunda etapa, el alumno pasará a realizar la actividad en grupo, discutiendo los resultados entre sus compañeros y razonando sus respuestas. Las respuestas de cada grupo serán expuestas y se discutirá hasta llegar a la solución correcta, la cuál es suministrada por el profesor al final de la clase.
Terminamos así con lo que sería una aproximación al modelo de clase invertida, donde debemos destacar características como la mejora de la participación del alumno, la facilidad para seguir su propio ritmo de aprendizaje, la realización de tareas más significativas o la mayor retroalimentación profesor-alumno. Sin embargo, este método tiene el inconveniente de la brecha digital, por lo que sería conveniente tener en cuenta la situación de cada alumno antes de implementarlo, para asegurar así la igualdad de oportunidades en el aprendizaje del mismo.
Para concluir, debemos mencionar que este método ha experimentado un gran auge debido a la actual situación de crisis sanitaria, que nos ha obligado a cambiar el modelo educativo de un día para otro. Y aunque puede que en el futuro se vuelva al modelo tradicional, debemos siempre tener en cuenta este y otro tipo de modelos, cuya finalidad es, al fin y al cabo, lograr una mejor educación y un mejor aprendizaje para los alumnos.
Bibliografía
Vídeos:
The Flipped Classroom, por Raúl Santigago
Webs:
La Innovación Educativa – What is the Flipped Classroom
La taxonomía de Bloom, una herramienta imprescindible
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