Ciertamente este no ha sido el año para las salas de cine por más de una razón, cosa que ha significado grandes pérdidas no solo para los grandes cines sino también para las empresas productoras, que han tenido que atrasar sus estrenos desde hace dos años o más debido a la situación pandemia que enfrenta el mundo, pero, aunque ya se han levantado las restricciones sanitarias la normalidad no regresa a las salas de cine y no parece que en ningún momento esto suceda.
La piratería y las plataformas de streaming son los principales responsables de esto, y es que la mayoría prefiere hoy en día no moverse de su casa y comprar la película en pago por evento o esperar que un buen samaritano virtual suba la película pirateada en buena calidad en cualquier plataforma de películas en línea.
Esta última opción no resultaba muy popular anteriormente debido a que la calidad de las películas era bastante inferior, y esperar a que una película saliera en formato digital se demoraba por lo menos seis meses si teníamos suerte.
Hoy en día debido a las diferentes plataformas que cabe destacar pertenecen a las mismas grandes productoras, las películas se cargan en estas incluso en cuestión de días o son estrenos exclusivos de estas.
Además, las mismas se han encargado de ofrecer una cantidad de contenido multimedia suficiente para colapsar a cualquier ser humano, y suficiente para matar el tiempo mientras esperas cualquier película en buena calidad para verla desde internet. Así que es evidente que por más que las salas de cine se esfuercen, hemos entrado a una nueva era de piratería que ofrece más a los usuarios que los propios cines.
