Qué hace un abogado penalista y cuándo contratar uno

Son distintas las situaciones de la vida a las cuales una persona puede enfrentarse, motivo por el cual, deberá de recurrir a otros que le colaboren a salir del problema. Pero en algunas circunstancias, deberá de buscar a ayuda de un profesional, como es el caso del Abogado Zaragoza, si inmiscuye derechos violados o deberes que reclamar.

Al respecto, el profesional de la abogacía resulta uno de los más integrales en el campo del saber, pero también puede considerarse uno de los más especializados, cuando dispone de los estudios en el área, combinado con la experiencia. Es por ello, que nosotros te recomendamos la asesoría de una abogado penalista, cuando hayas faltados a los derechos inherentes a la persona, o en su defecto, cuando te hayan ocasionado lesiones, robos o preferidos ofensas.

abogado penalista

¿Qué es un abogado penalista?

Como bien te indicamos, en líneas anteriores, un abogado es un profesional que cuenta con vasta experiencia en el campo, por tal motivo, este puede aceptar cualquier caso o situación que llegue a su conocimiento. Sin embargo, dado que las materias que maneja, son extensas, lo más adecuado es que este procure especializarse en una determinada área jurídica y poder así disponer de mayores conocimientos para defender acertadamente a sus representados.

En este sentido un abogado penalista, es aquel que se dedica al estudio de la tipología de delitos y de penas que se establecen en el sistema legal vigente. Del mismo modo, este es el que le corresponde aplicar y evaluar el procedimiento a seguir en las instancias respectivas, para dirigir ante los organismos competentes las querellas que gusten interponer sus clientes en defensa de sus derechos violentados.

Rasgos de un abogado penalista.

Este profesional se distingue por:

  • Facultad para argumentar, en efecto, todo abogado penalista debe tener la capacidad de esgrimir los juicios y criterios legales pertinentes, en la defensa de las situaciones jurídicas de sus clientes que han sido vulneradas.
  • El abogado penalista debe tener la facultad de negociar, ya que en algunas circunstancias lo que se busca es la reparación del daño causado, esto en el caso de que las acciones hayan sido hechas en contra de bienes materiales.
  • Persistencia en el proceso, no siempre en primera instancia el abogado podrá salir vencedor, por tal razón, debe tener la facultad de recurrir a los organismos competentes o instancias debidas a realizar las apelaciones a que haya lugar.
  • El abogado penalista debe contar con el don de la persuasión de esta forma podrá tener garantizado que su discurso logrará convencer a los jueces y en especial al jurado, que presencia el juicio.
  • Excelente oratoria, los abogados penalistas se desempeñan en los estrados y juicios, dado que los procesos legales penalistas no son de carácter escrito, sino orales, por lo que se amerita de un excelente desempeño por parte de estos profesionales en su expresión discursiva.

Funciones de un abogado penalista

El abogado penal cuenta con la función en primera instancia de defender los derechos de las personas que están incurriendo en un proceso penal, donde han sido acusados de la comisión de un delito. Esto ocurre, cuando el abogado en mención es quien representa al acusado o señalado como autor del delito.

Sin embargo, el abogado penalista también dispone de un función más altruista, consistente en la defensa de los derechos vulnerados a la víctima, en especial, cuando se trata de una persona que no puede valerse por sí sola, o que es considera ante la ley por sus cualidades o rasgos como vulnerable, entiéndase en este caso, los niños, los adultos mayores o las personas que no gozan de capacidad intelectual o motora.

¿En qué circunstancias se requiere de un abogado penalista?

Muchas personas tienden a creer que los abogados penalistas, son requeridos solamente en el caso de delitos graves, pero la verdad, es que estos se involucran en todos los casos legales donde se suscite controversia o querella, por los bienes que han sido perjudicados, en las distintas circunstancias y que acorde a la ley penal vigente son tipificados como delito.

Del mismo modo, cabe considerar, que los abogados penalistas disponen de una serie de facultades para poder defender  los involucrados en las situaciones que se vean vulnerados sus derechos, y que no solamente estén contemplados en la ley penal.

De este modo, puede decirse, que por su especialización, no hay perdido la potestad de trabajar en otras áreas, o bien, de seguir la defensa de derechos en otras instancias e incluso áreas.

Por último, se recomienda especialmente su intervención, cuando en los procesos legales existen circunstancias agravantes, como hechos que tornan el delito mucho más culposo y con tendencia a una mayor penal, como por ejemplo, cuando se comete delito contra un bien público, cuando se realiza un acto lascivo en contra de una menor de edad.

Actualmente los abogados penalistas han sido muy solicitados, razón de delitos contra el erario público, es decir, aquellas situaciones en las cuales los mismos ameritan de la defensa de personas que han sido acusadas de no declarar sus impuestos, de evasión fiscal, o bien de la defensa de funcionarios que han sido acusados de manipular incorrecta los fondos de la Nación.

Del mismo modo, al día de hoy, los abogados penalistas han sido requeridos para la defensa de los derechos de los más vulnerables, como son las mujeres y los niños, siendo estos, los que suceden en mayor instancias ante los organismos, a causas de grandes violaciones hacia sus derechos, como es el caso de, atentados contra su integridad, persona, sexo e incluso capacidad de expresión.

Todo esto a su vez incumbe a los derechos humanos, por tal motivo, los abogados penalistas, cumplen al día de hoy, con el deber de salvaguardar toda clase de situación en que un derecho ha sido vulnerado, pero también en defender y demostrar la inocencia de aquellos que han sido acusados injustamente y señalados como autores de un hecho que no han cometido, debiendo el abogado aportar las pruebas debidas para argumentar su defensa.

 

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