Existe un gran debate sobre este tema en la actualidad, hay numerosos artículos que hablan de ello, pues una parte de la sociedad está a favor y otra en contra . El problema de los deberes es su planteamiento. Desde mi punto de vista y como comentamos en la clase de ayer, los deberes son necesarios, pues es una forma imprescindible de afianzar los conceptos y todo lo visto en clase. En una materia como la física y la química es muy importante que los alumnos hagan por si mismos un problema, para poner en práctica las técnicas y estrategias que se les han enseñado. Si el docente tuviese menos alumnos en el aula sería posible que les atendiera mejor y pudieran hacer estas actividades en las clases. Pero hacerlas debe hacerlas de cualquiera de las dos maneras, pues solo así las aprenderá realmente, si no participa en el proceso de enseñanza aprendizaje no lo alcanzará al mismo grado.
Por otro lado, la falta de coordinación entre profesores lleva en ocasiones a que el alumnado se sature, tenga demasiado trabajo para sus tardes, no hay que olvidar que los alumnos de primaria o de la ESO son niños que necesitan tiempo para jugar, pasárselo bien y practicar aquello que les gusta. Esta carga de trabajo supondrá que los alumnos disfruten con lo que hacen o que por el contrario les agote y no entiendan el porque de esa necesidad.
Dicho esto también es importante resaltar que los deberes son una buena forma de coger hábitos de estudio y desarrollar tu capacidad, siempre y cuando estos ofrezcan una dificultad proporcional a la de clase. Si el alumno no los sabe resolver se desmotivará y dejará de intentarlos, por eso hoy en día se propone el mandar a los alumnos tareas y no tanto actividades y entonces habrá quien se pregunte: ¿cuál es la diferencia?
Las tareas son actividades que a mayores de un enunciado, una pregunta y unos criterios de evaluación tendrán un estímulo, es decir, partirán de un vídeo, una foto, una peli, un elemento de la vida cotidiana etc. Cualquier cosa que permita despertar el interés del alumno y acercarlo al problema. Esta es una forma de que los deberes no se hagan tan cuesta arriba.
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