Ediciones Absalon (Cádiz)
El alcohol es una sustancia ampliamente consumida en el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un tercio de la población mundial bebe alcohol. En este libro se habla de la relación que este compuesto tiene con el cerebro, un órgano que nos identifica y nos singulariza como seres humanos.

A excepción de los abstemios estrictos, todos los que han bebido reconocen algunos efectos del alcohol sobre el cerebro: desde la euforia y la descoordinación, hasta el vómito y, en una intoxicación grave, la pérdida de conciencia. El alcohol se relaciona con el gozo de los mejores momentos de amistad, de compañerismo, de fraternidad, de lances emocionales… y con la pesadumbre de los peores: peleas, desplomes afectivos, accidentes, maltrato y violencia, enfermedad y muerte.

¿Cómo es posible que un compuesto de estructura química sencilla ejerza tanto poder sobre el cerebro humano y sea condimento de buenos ratos y aliño de desolación y calamidad? ¿Qué motivos tiene nuestro cerebro para beber, a pesar de conocer sus efectos devastadores?

Se invita a los lectores a emprender un viaje de reflexión sosegada, despojada de prejuicios, permisividad o culpabilidad. La información, la discusión, el diálogo y el esfuerzo conjunto son nuestros aliados.