Xi Jinping toma las riendas de China


El vicepresidente chino Xi Jinping ha sido designado este jueves secretario general del Partido Comunista Chino (PCCh), en sustitución de Hu Jintao, lo que le coloca en la recta final para ser nombrado presidente del país en la sesión anual de la Asamblea Popular Nacional en marzo próximo. Xi, un ingeniero químico de 59 años, poseedor también de un doctorado en teoría marxista, es considerado un reformista cauto, y forma parte de la generación de los ‘príncipes’, término con el que son conocidos los descendientes de altos líderes del PCCh presentes o pasados.

El Comité Central del partido surgido del 18º Congreso del PCCh, que comenzó el 8 de noviembre y concluyó este miércoles en Pekín, ha celebrado hoy su primera reunión para elegir a los 25 integrantes del Politburó y los siete -hasta ahora eran nueve- miembros del Comité Permanente del Politburó, el máximo órgano de poder del país, entre los cuales Xi ha sido nombrado líder máximo del PCCh. En realidad, el Comité Central más que elegir ha sancionado los nombramientos previamente decididos por los máximos dirigentes en activo y algunos jubilados.

Xi Jinping y los otros seis miembros del Comité Permanente han entrado en el salón Oriental del Gran Palacio del Pueblo en fila india, por riguroso orden jerárquico, separados uno de otro apenas por metro y medio, se han detenido y han saludado desde la alfombra roja. Tras Xi Jinping, iban, por este orden, Li Keqiang (actualmente viceprimer ministro y previsto próximo primer ministro), Zhang Dejiang (también viceprimer ministro y jefe del partido en Chongqing), Yu Zhengsheng (jefe del partido en Shanghai), Liu Yunshan (ministro de propaganda), Wang Qishan (viceprimer ministro y responsable de la Comisión Central de Inspección de la Disciplina) y Zhang Gaoli (jefe del partido en Tianjin). Todos ellos, vestidos con traje oscuro y corbata de tonos rojos, salvo Wang Qishan, con corbata de tonos azules. Detrás, un mural de la Gran Muralla serpenteante sobre las montañas.

Xi Jinping se ha dirigido a continuación al atril y se ha comprometido a luchar contra la corrupción y a edificar una “vida mejor” para la población. “Nuestro partido está dedicado a servir al pueblo. Ha conducido al pueblo en la consecución de logros reconocidos mundialmente, y tenemos todas las razones para estar orgullosos de estos logros”, ha dicho. “Pero no somos condescendientes, y nunca nos dormiremos en nuestros laureles. Bajo las nuevas condiciones, nuestro partido se enfrenta a muchos desafíos difíciles, y hay también muchos problemas urgentes en el partido que resolver, en particular la corrupción, estar separados de la gente y seguir las formalidades y la burocracia causada por algunos funcionarios del partido”, ha afirmado ante decenas de cámaras de televisión y cientos de periodistas. “Debemos hacer todos los esfuerzos para resolver estos problemas. Todo el partido debe estar en alerta completa”. La corrupción es una de las principales causas de descontento social en China y fuente de numerosas protestas.

Los siete miembros del Comité Permanente han salido ante las cámaras en fila india y por riguroso orden jerárquico
Durante su intervención, Xi ha sonreído repetidas veces, y, mientras hablaba, miraba a su izquierda y su derecha como un experimentado orador. Una imagen muy distinta a la hierática de su predecesor, Hu Jintao, y la del predecesor de este, Jiang Zemin.

El futuro presidente ha presentado uno a uno a los otros miembros del Comité Permanente, quienes, al ser citados, han dado un paso al frente y han saludado. El acto ha durado 20 minutos.

Los 1.300 millones de ciudadanos chinos han tenido oportunidad de conocer así quiénes son los siete hombres que regirán el destino del país durante los próximos cinco años de la hoy segunda economía del mundo. Xi Jinping y Li Keqiang ocuparán la jefatura del Estado y del Gobierno, respectivamente, durante dos mandatos de cinco años si no hay ningún contratiempo, igual que han hecho Hu Jintao y Wen Jiabao, que les darán el relevo en la sesión anual del Parlamento en marzo del año que viene.

Xi Jinping llega al poder con una posición fuerte, ya que Hu Jintao la ha traspasado también la presidencia de la Comisión Militar Central, que controla el Ejército Popular de Liberación, integrado por 2,3 millones de personas. Jiang Zemin retuvo el cargo dos años después de haberle pasado a Hu Jintao el testigo como secretario general del PCCh.

La quinta generación de líderes chinos –tras las de Mao Zedong, Deng Xiaoping, Jiang Zemin y Hu Jintao- tendrá que hacer frente a una larga lista de desafíos: la corrupción, un entorno económico complejo debido a la crisis global, unas relaciones tensas con sus vecinos asiáticos, la degradación medioambiental, el agravamiento de la crisis de Tíbet, y, en particular, la necesidad de reformas económicas y políticas, que permitan seguir creciendo a China a un fuerte ritmo y respondan a las crecientes demandas de una población cada vez más y reivindicativa y exigente con sus líderes.

Los 2.270 delegados del congreso del PCCh aprobaron el miércoles -día de su clausura- el informe presentado por Hu Jintao en la sesión inaugural, que fija como objetivo duplicar el PIB (producto interior bruto) y los ingresos per cápita, tanto de la población urbana como de la rural, para 2020 con respecto a 2010. Desde la reforma de Deng Xiaoping, los líderes chinos se han comprometido a duplicar el tamaño de su economía cada 10 años.

Hu Jintao lanzó durante el discurso de apertura del congreso una seria advertencia y dijo que el Partido Comunista Chino corre el riesgo de desmoronarse si no es capaz de eliminar la corrupción. “Si no somos capaces de gestionar bien este problema, podría ser fatal para el partido y causar incluso el derrumbe del partido y la caída del Estado”, afirmó. El nuevo máximo líder chino ha hecho suyo el mensaje.

Xi Jinping está casado en segundas nupcias con la popular cantante de ópera Peng Liyuan, miembro del Ejército Popular de Liberación. Tienen una hija, Xi Mingze, que estudia en Harvard. El político no tiene hijos de su anterior esposa, que vive en Reino Unido.

Entre los siete miembros del nuevo Comité Permanente, no hay ninguna mujer, y entre los 25 del Politburó, solo hay dos: Liu Yandong, consejera de Estado, y Sun Chunlan, jefa del partido en la provincia de Fujian

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