ADN artificial como solución al problema de almacenamiento.

Uno de los principales problemas a los que nos enfrentamos en esta sociedad de la información, es precisamente el hecho de tener manejar, procesar y almacenar cada vez una cantidad mayor de esa información. Se estima que la humanidad ha sobrepasado ya el Zettabyte de información digital almacenada, lo que vienen siendo unos mil millones de Terabytes, la cantidad es tan astronómica que sobrepasa los límites de entendimiento. Se estima que el cerebro humano, puede almacenar unos 2.500 Terabytes de información, una cifra envidiable para los que ni por asomo llegamos a ese nivel, pero ridícula si la comparamos con el dato anterior, supone un 0,00025% de toda esa información digital generada en el planeta durante nuestra era.

Este ingente tamaño y crecimiento, además de abrumarnos haciéndonos ver la extraordinaria limitación de nuestras capacidad, presenta una serie de problemas que suponen un reto tecnológico considerable a la hora de desarrollar tecnologías que nos permitan almacenar y proteger físicamente esa información, no sólo evitar el deterioro sufrido en los soportes debido al paso del tiempo, sino de mantenerla a salvo de posibles guerras, cataclismos, fenómenos climáticos…

Investigadores del BMI y EMBL (Instituto Bioinformático Europeo y Laboratorio de Biología Molecular Europeo, respectivamente), han dado un salto cualitativo en este campo, a principios de este año 2013, realizaron una publicación en la revista “Nature”, que resuelve este problema de almacenamiento. Han conseguido desarrollar un método, que les permite mediante la creación ADN artificial, almacenar grandes cantidades de información, y cuando digo grandes, me refiero a que según afirman, con esta técnica podría almacenarse, en el espacio de una taza de té, unos cien millones de horas de video en alta definición, el equivalente a todas las películas y programas de televisión creados a lo largo de la historia de la humanidad, (unos 11.400 años viendo cine en HD, ô_Ô). Además este sistema tiene la gran ventaja de no necesitar electricidad para mantener la información, ya que una vez creada puede permanecer inalterada, en condiciones adecuadas unos 10.000 años, (estiman). El inconveniente, principal de esta técnica es su elevado coste, cuesta entorno a unos 9.800 euros por Gigabyte almacenado, por lo que es necesario seguir investigando en procesos que puedan llegar a abaratar este método.