Detrás del funcionamiento de juguetes que todos conocemos se esconde mucha física
Es el caso del pájaro bebedor, bonita aplicación de la termodinámica
Las líneas de campo magnético parecen algo menos complicado si se pueden ver, basta con unas limaduras de hierro y un par de imanes
¿Magia? no, la culpa de que este bolígrafo “levite” la tienen el campo magnético
A simple vista es una ranita de plástico encima de un espejo, pero se trata solo de una imagen formada por espejos.
El tradicional yo-yó de toda la vida también tiene sus variantes más complejas
Estos son solo algunos ejemplos, existen muchos más juguetes que permiten hacer concretos conceptos muy abstractos ayudando no solo a entenderlos si no a despertar intereses por la ciencia
¿Qué tal el segundo día?