Londres y más.

El verano pasado tuve la suerte de poder vivir con una familia inglesa durante un mes. Estuve en una localidad cerca de Brighton, llamada Worthing; es una ciudad costera, la más próxima a Francia por el mar, pequeña pero llena de estudiantes. Allí aprendes cosas nuevas de una cultura diferente a la española en casi todos los aspectos: la comida es totalmente distinta, pues casi no cocinan y todo es congelado, el aceite no lo usan y en su lugar aparece la mantequilla, y las comidas a mediodía de toda la familia sentada en la mesa no existen, si no que se cambian por el “pack-lunch”, un sandwich y una fruta que se come a las 12 de la mañana. Esa es otra de las diferencias, los horarios. Nada tienen que ver en el sentido de que allí en verano la gente se acuesta como muy tarde a las 10 de la noche, y más tarde de esa hora apenas hay nadie por la calle; por eso la cena se traslada a las 6 de la tarde…es raro, pero acabas por acostumbrarte:).

Pese a que la mayor parte del tiempo la pasé en Worthing, hice muchas excursiones a diferentes pueblos y ciudades. Una de las mejores fue Brighton, con sus multitudes de tiendas de ropa. Pero la mejor sin ninguna duda fue la capital, Londres. Es una ciudad donde puedes encontrar gran cantidad de personas de diferentes nacionalidades solamente sentándote en uno de los leones de Trafalgar Square, entrando y saliendo de la imponente National Gallery.  Hay montones de puestecillos en las calles que contrastan con la gran avenida Oxford Street, plagada de tiendas caras y famosas, que desemboca en Central Park, un precioso parque donde mucha gente separa a tomar el almuerzo o un café de Starbucks.

Famosas son sus cabinas de teléfono rojas, que se pueden encontrar por toda la zona del London Eye, la gran noria blanca desde la que se ve todo Londres, o Buckingham Palace, uno de los lugares más bonitos de toda la capital inglesa cuando se produce el cambio de guardia.

También visité esos lugares  de visita obligada:  el Big Ben, el reloj que forma parte del Palacio de Westminster,  Picadilly Circus, con todos sus anuncios y sus luces de colores, donde cada día cientos de personas fotografían ese momento de estar en uno de los lugares más famosos del mundo, o el Tower Bridge, un puente colgante y levadizo icono de la capital londinense.

Realmente es una ciudad para visitar, llena de gente simpática y muy plural en el sentido en que nadie mira a nadie por ser diferente, si no todo lo contrario. Si quieres disfrutar de una ciudad bonita y entretenida, Londres es tu lugar:).