La ville de l’amour!

Eso es lo que dicen de París. Y en verdad, no se equivocan. Tres veces he tenido la suerte de poder estar allí, frente a la famosa torre Eiffel, y podría ir otras tantas sin cansarme, y sin dejar de descubrir sitios nuevos, preciosos todos ellos.

Es una ciudad cosmopolita, con gente de todos los lugares del mundo y donde cada persona puede vivir su historia, de amor o no. Es maravilloso pasear por los Campos Elíseos teniendo el Arco del Triunfo como fondo, o caminar hacia el Louvre plagado de curiosos. También destacan las Tullerías, un parque para relajarse y montar en su gran noria donde la gente que pasa suele sentarse en un banco y disfrutar de las maravillosas vistas.

Es claramente una ciudad para visitar, pero sobre todo, es para disfrutarla.

La noche parisina puede enamorar al más escéptico. El Sena, con sus barcos iluminados, o el Sacre Coeur y sus infinitas escaleras. También está ese lugar por el que debes pasar aunque no te guste la pintura: la plaza de los pintores; allí encontrarás verdaderas obras de arte donde sus artistas invierten su tiempo, pero sobre todo su cariño por plasmar la ciudad de una manera especial y única.

Por supuesto hay actividades para todos los públicos, y aunque hay a quien le encanta pasar tiempo en una crepería leyendo al más puro estilo bohemio, hay a quien le gustaría pasear por el Moulin Rouge o viajar al mundo de la fantasía en Disneyland, un sueño para cualquier niño, y no tan niño. [ http://www.disneylandparis.es/index.xhtml ]

Aconsejo a todo el que lea esto que vaya a visitar esta maravillosa ciudad de la que siempre le quedará un buen recuerdo:).