MORANTE DE LA PUEBLA “el mejor torero de la historia”

28/10/10, 20:45

Nací el 2 de octubre de 1.979, en un pueblo bañado a orillas del Guadalquivir, donde sus aguas acarician las marismas y Doñana, su luz cubre el cielo de una paz infinita, allí di mis primeros pases a la luz del lubrican, teniendo como testigos a la flora y a la fauna.

Me cuenta mi madre que, antes incluso de nacer, ya presentía un torero en su vientre. De la mano de mi padre entre armaos y eucaliptales y aún sin enlazar las palabras unas con otras le pedí un vestido de torear. Recuerdo dormirme de niño, con la ilusión de los Reyes Magos y…, no me traían el traje de torero, no quería ningún juguete, sólo una muleta y una espada; este es Morante de la Puebla, cuyo apellido artístico lo llevo en mis entrañas.

En tierras de Toro, allá por la finca de Pérez Concha, en las marismas del Guadalquivir, con menos edad que cuerpo, toreé mi primera becerra de cuyos muletazos en el archivo fotográfico hay algunas instantáneas.

Aquella noche, acostado con mi madre y jugando entre sus piernas, le dije: “mamá, cuando yo sea torero y toree en la Real Maestranza de Sevilla y el público me pida la oreja, yo diré que no, que es para mi madre…” Se cumplió el sueño de niño y aquella primera oreja en la plaza de toros de Sevilla, se la entregué a ella con todo el amor de un hijo.

Hoy he madurado bastante desde aquella niñez, respiro toreo, muleteo al viento y sueño y sueño con más ilusión si cabe que de niño. Me siento torero y sevillano por los cuatro costados, fraguo el temple con el compás y busco en cada muletazo el ritmo entre el toro y mi muleta, …y soy feliz.

La tarde del 21 de mayo de 2009 ha entrado ya en los anales de la Historia como un hito del toreo a la verónica. El recital interpretado por Morante de la Puebla con el capote, un poemario completo, una faena tan intensa que enronqueció la Monumental de las Ventas, no se recordaba. Aladas chicuelinas, medias abelmontadas y versos ligados del más puro lance supremo, «raíz de todas las suertes»

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Los toros de lidia

24/10/10, 17:04

El toro de lidia es un animal gregario, que halla seguridad y refugio en una manada. Después del nacimiento, y antes del destete, el becerro vivirá ocho o nueve meses alimentado y protegido por su madre. Dado que su madurez sexual se produce a los 16 meses aproximadamente, poco después del año se separan machos y hembras, que, a partir de ese momento, vivirán en cercados diferentes. Las diferentes edades se denominan con nombres específicos: añojos (un año), erales (dos años), utreros (tres años), cuatreños (cuatro años) y cinqueños (cinco años).

En las manadas de toros se establece una rigurosa jerarquia. Se denomina mandón al toro dominante y que maltrata a los demás. Con cierta frecuencia, este jefe es desafiado por otro miembro de la torada para arrebatarle el liderato, produciéndose violentas peleas. El toro derrotado se denomina abochornado y es atacado y perseguido por el resto de la manada, quedando apartado de la misma y volviéndose irascible y muy peligroso.

El trapío de un toro de lidia es el conjunto de rasgos externos, actitudes y reacciones observables a simple vista.Se dice que un toro tiene trapío cuando reúne las cualidades físicas y la presencia necesaria para la lidia.los principales rasgos morfológicos para determinar el trapío de un toro son:

•Tamaño y peso.
•Estatura.
•Conformación del tronco.
•Conformación de las extremidades.
•Conformación de la cabeza y el cuello.
•Conformación de la cornamenta.
•Piel, pelo y capa.

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