Seamos como Suecia

El último sábado Fernando Berckemeyer público una columna en el diario El Comercio, bajo el título: “‘Neoliberales’, como Suecia”. Dicha columna debió titularse “Cómo escribir usando solo argumentos retóricos”. Es una oda a la insignificancia y una muestra del (bajo) nivel de nuestros neoliberales, peleando con fantasmas que ellos mismos inventan (lo de la economía suma cero). Compararnos con Suecia, demuestra el grado de desconocimiento o manipulación de la información que se posee, sobre el sistema europeo. Suecia tiene un sistema de educación y salud público, gratuito y universal. Por si no quedo claro: público, gratuito y universal. Esto por si solo debería hacer que a Berckemeyer le den arcadas, si se tienen en cuenta la afirmaciones realizadas en otra de sus columnas: “Quien puede satisfacer sus necesidades porque produce lo suficiente para ello no viven en las manos de nadie en particular; quien, en cambio, las puede satisfacer porque recibe transferencias del Estado, está en manos de este”. También el columnista ha propuesto, entre otras perlas, menos regulación y precariedad laboral (ver está columna). Sin embargo, el autor afirma contradictoriamente que debemos ser como Suecia. Y claro, seamos como Suecia, aspiremos a tener: un sistema de salud y educación pública, gratuita y universal, pensiones públicas, subsidios por maternidad y paternidad, cuarenta horas semanales de trabajo, estabilidad laboral, representación sindical en directorios de empresas, subsidios por desempleo, etc.