Se ha muerto Almudena Grandes y se esfumó de golpe mi secreto deseo de conocerla y de charlar con ella. En la Clínica seguimos sus “Episodios” como libros de lectura de nuestro Club y en el curso pasado iniciamos la serie con Inés y la alegría. Intenté ponerme en contacto con ella para invitarla a nuestra charla pero no fue posible porque estaba enferma. A pesar de ello, albergaba la idea de que podría participar en otra ocasión, me ilusionaba pensar que tendríamos el privilegio de escuchar de primera mano sus acertados diagnósticos sobre nuestro pasado y nuestro presente, pero ya no va a poder ser, ya solo podremos charlar y oír su palabra apasionada y certera en sus entrevistas, en sus artículos y, sobre todo, en el legado valioso de sus libros, que ojalá sean semilla de plantas de profunda raíz que devuelvan la dignidad a los vencidos, nada más. La muerte no se cansa y nos arrebata el privilegio de charlar con los que se lleva. Nos arrebató a Josefina Cuesta, ahora a Almudena Grandes. La Clínica les debe una Memoria.

Eugenia Torijano Pérez

Profesora Titular de Historia del Derecho y de las Instituciones

Directora de la Clínica Jurídica de Acción Social