El Centro de tratamiento de residuos de Salamanca: una responsabilidad de todos

12/03/19, 15:22

El pasado 18 de febrero, los alumnos de la Clínica Jurídica de Acción Social en la línea de medio ambiente y consumo responsable, visitamos el Centro de Tratamiento de Residuos de Salamanca (CTR,) situado en el municipio de Gomecello e inaugurado en el año 2008. Allí pudimos conocer la funcionalidad de este tipo de centros y la forma en la que se trabaja dentro de los mismos, además de concienciarnos del gran impacto que tiene nuestra conducta, como consumidores, sobre nuestro entorno. Primeramente pasaremos a realizar una breve explicación acerca de que es un CTR y cómo funciona, para posteriormente hacer una valoración personal sobre la visita y las cuestiones que nos surgieron a partir de la misma.

¿Qué es?

El Centro de Tratamiento de Residuos de Salamanca (CTR) es uno de los cuatro[1] centros que conforman el sistema de gestión de residuos de  toda la provincia. A partir de este, se llevan a cabo los procesos de clasificación y separación de residuos urbanos y la biometanización de materia orgánica, que permite la transformación de ésta en biogás. La construcción de estos centros ha permitido el sellado de antiguos vertederos y la recuperación de los mismos como zonas de esparcimiento. La actuación de estos centros se enmarca dentro de la Estrategia Regional de Residuos Urbanos de Castilla y León.

¿Cómo funciona?

Los residuos que se procesan proceden de las bolsas de restos, que tras un proceso inicial de cribado de la materia orgánica, se envía a la planta de compostaje donde se transforma en compost. El resto de materia se somete a una separación mecánica y manual que permite la recuperación de la materia reciclable que se valoriza, con el objetivo de aprovechar el calor desprendido por la combustión y transformarlo en materia eléctrica.

A grandes rasgos, a actividad de un CTR se divide en las siguientes fases:

  • Recepción y descarga de residuos: tras la llegada de los camiones de residuos y su pesaje en la báscula, se indica al conductor el foso en el que estos deben de verter el contenido.
  • Pretratamiento: en esta fase se divide la actividad en dos líneas de selección: una manual (un grupo de 15 trabajadores separan manualmente los residuos según su composición) y otra electromecánica, donde se separan los residuos de forma correcta para su posterior tratamiento. La línea electromecánica consiste en un sistema integrado por diversa maquinaria que separa los residuos por procesos que dependen del material o la forma de los mismos.
  • Biometanización: Los residuos se someten a un proceso de biometaniación, donde se consigue la valorización de gran parte de la materia. Para ello, hacen falta dos procesos de pretratamiento de la materia diferentes: pre tratamiento húmedo y seco.
  • Compostaje: una parte de la materia orgánica que se ha obtenido de los procesos de pretratamiento en seco se lleva a la nave de túneles de compostaje, donde se procederá a su estabilización.
  • Instalaciones auxiliares: A parte de las instalaciones base, existen otras instalaciones auxiliares como son: tratamiento de efluentes líquidos (“tratamiento de lixiviados y baldeos”), sistema de desodorización, sistema de detección y extinción de incendios o la instalación de control.

 ¿A qué conclusiones llegamos tras la visita al CTR?

La principal conclusión que extrajimos es que no existe en Salamanca una concienciación suficiente en el tema del reciclaje, especialmente en lo referente a la separación inicial de los residuos. Gran parte de los ciudadanos desechamos en los contenedores orgánicos toda clase de materia sin considerar su composición, e ignorando la existencia de contenedores específicos para este tipo de residuos. Un mal reciclaje de la materia orgánica e inorgánica supone una mayor carga de trabajo para estos centros, además de un ralentización considerable del proceso de reciclaje. Por lo que se hace necesaria la contratación de trabajadores que separen, de forma manual, todos aquellos residuos que se podrían haber separado en nuestras casas de forma previa.

La gravedad de la situación no sólo se refiere, sin embargo, a la mala clasificación de los residuos que hacen los ciudadanos de Salamanca en origen, sino además en el gran volumen de residuos que se generan a diario, de forma que se genera una cantidad de residuos mayor de la que somos capaces de abordar. Este problema no es algo lejano al que se deba restarse importancia, debemos tomar medidas que permitan mejorar esta situación de forma inminente. Prueba de toda esta problemática está en los datos sobre la “vida útil” del Centro de Tratamiento de Residuos de Salamanca, que estaba previsto que sirviese para contener basuras durante 20 años, pero se ha visto reducido en 6 años debido al gran volumen de residuos que se maneja.

Por lo tanto, es necesaria una asunción de responsabilidad por parte de todos nosotros para mejorar esta situación y reducir el impacto ambiental que estamos provocando en la actualidad. Porque esto no es un problema de otros, es un problema de todos.

Patricia Rodríguez Rubio & Aitana Mateos Muñoz

Alumnas de la Línea de Medio ambiente y consumo responsable de la Clínica Jurídica de Acción Social

Grado en Derecho / Grado en Criminología


[1] Junto con las instalaciones de la Planta de Clasificación de Envases de Villamayor, las Plantas de Transferencias de las diferentes áreas de gestión y la red de Puntos Limpios.