Tras la visualización, el pasado 14 de abril, del documental “Vencidxs”, que cuenta la historia de represión y sufrimiento de varias víctimas de la Guerra Civil y la posterior dictadura, conseguimos extraer varias ideas con respecto al silencio que hay en España sobre el franquismo.
Reflexionando sobre el tema, nos dimos cuenta de que la represión es algo bastante desconocido; sigue siendo un tema tabú. En este país libre, donde la libertad de expresión es un derecho fundamental, cuando hablamos del padecimiento del bando perdedor, mucha gente se sigue sintiendo incómoda y trata de evitar el tema. Esto se puede observar claramente cuando se plantean reformas en relación con la ley de secretos oficiales o a la de memoria histórica, pues los partidos conservadores (de extrema derecha o de centro derecha) tratan de evitar el tema y restarle importancia, argumentando que es algo pasado y hay cosas más importantes que atender.
Pero cuando examinamos el asunto detenidamente, no le damos a la historia viva el valor que se merece. A partir de estos problemas surgen otros muchos. Uno de ellos es la aproximación a la memoria democrática desde la educación, una cuestión que también nos preocupó tras la visualización del documental. Los españoles sabemos más sobre el régimen nacionalsocialista alemán o sobre la revolución francesa que de la historia reciente de nuestro país. Algo que sí hemos aprendido es que la historia la escribe el bando vencedor, y también que, cuando acabó la dictadura, ese bando seguía en la cúpula de la política española.
Por otro lado, del documental pudimos extraer la conclusión de que nunca se ha exigido responsabilidad a la Iglesia española por el apoyo incondicional al régimen franquista. Uno de los pilares fundamentales de la dictadura fue la religión y la Iglesia. Hoy en día, esta institución sigue estando presente en muchos actos públicos y privados, a pesar de que nuestra Constitución define al Estado como aconfesional.
En resumen, hemos comprendido que para conocer nuestra historia no basta simplemente con lo que se nos enseñó en las aulas, y que debemos informarnos para poder formarnos bien, para conocer nuestro pasado y aspirar a un futuro mejor; pues, como dijo Jorge Agustín Nicolás Ruiz de Santayana, “aquel que no conoce su historia está condenado a repetirla”.
Hubo algunas frases que nos hicieron reflexionar y ponernos (o intentarlo) en la situación de estos supervivientes del régimen. Una de ellas fue la de un anciano con sombrero –que podría ser abuelo de cualquiera de nosotros–, antiguo combatiente republicano, que compartió con la cámara que en la guerra los corazones se endurecen y se hacen cosas que son impensables durante la paz. Cuando hoy él recuerda lo que hizo, no entiende cómo fue capaz de ello. Debe ser muy duro ver morir a tus amigos o peor aún tener que luchar salvar a tus familiares. Esto último nos lo cuenta otro protagonista, que luchó en el bando nacionalista para que su familia no fuera fusilada. Pero, de entre todas las anécdotas, nos conmocionó especialmente: uno de los protagonistas narró cómo tuvo que enterrar a compañeros vivos mientras le suplicaban que no lo hiciera. Un superior le ordenó enterrarlos, porque no podían luchar ni ocuparse de ellos.
La parte final del documental nos hizo darnos cuenta del papel tan fundamental que jugamos los jóvenes, pues somos nosotros quienes estamos llamados a continuar la lucha. Sin nuestros mayores, sin aquella generación, no seriamos nada. Ellos han sufrido durante muchos años, luchando y conquistando muchas de las libertades que disfrutamos hoy y reivindicando en la calle la ampliación de derechos que exigimos. Por tanto, somos nosotros quienes debemos seguir luchando y apostando por la justicia, la verdad, la reparación y la no repetición.
Desde nuestro punto de vista, este documental es una obra que todos debemos ver, para aprender de los testimonios y evitar caer en la simplificación de aproximarse a los problemas de la memoria democrática desde los prejuicios y los clichés ideológicos. Por esa razón, nos gustaría recomendar los siguientes documentales que nos acercan más a la realidad vivida durante los últimos 90 años en España:
- El silencio de otros (Lo pueden encontrar en la plataforma “Netflix”.
- España, la memoria enterrada (nos muestra cómo trabajan los equipos de exhumación) (lo puedes encontrar en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=eWHjO_YyBhQ )
- Las sombras de la dictadura (programa realizado por la RTVC, https://www.youtube.com/watch?v=ByUaIjIcfyM )
Elisabet Sánchez Castañón
Luis Enrique Sánchez Morales
Línea de Memoria democrática
Clínica Jurídica de Acción Social