“Yo” soy Ana Bonal, y en lo que se refiere a mi trabajo podría decir de mi que soy una mezcla de artista, artesana y profesora. Mi formación es una licenciatura en Bellas Artes, donde me especialicé en diseño gráfíco, y que por supuesto me ha proporcionado buena parte de los conocimientos y recursos que aplico en mi trabajo. Sin embargo, mi actividad, cosas de la vida, no se orientó hacia el diseño gráfico, si no más bien por otro lado.

Al poco de terminar mi carrera, tras haber hecho algunos esfuerzos infructuosos por encontrar un hueco en el mundo del diseño gráfico, que entonces en Salamanca no tenía apenas movimiento, me surgió la posibilidad de embarcarme en una propuesta que marcaría mi vida profesional. Mi compañera Pilar Santiago me propuso poner en funcionamiento un taller de muebles pintados a mano, y lo hicimos. Fueron los inicios en los que pateabamos los compraventas de muebles para encontrar material que restaurar o renovar, y fue un principio duro pero ilusionante. Los tiempos del “Taller de Geppetto”.

Poco a poco fuimos abriendo un círculo de clientes, que la mayoría de las veces nos traían sus muebles para que los cambiasemos y pintásemos redecorándolos. En esa etapa combiné esa actividad actividad con la de dar clase. Fui profesora en una escuela de Diseño de Interiores, también di clases de dibujo en un colegio, pero sobre todo, en esa etapa fui responsable de muchos grupos de manualidades en unos cuantos pueblos de la provincia.

Poco a poco, en el taller, empezamos a trabajar la madera en crudo para decorar, y así conocimos a Sebas y a Julia, los dueños de la tienda en la que hoy doy mis cursos, y son ya parte de mi familia. Sebas importa y distribuye mueble en crudo traído de portugal, y al poco de conocerlos, pusieron en funcionamiento una pequeña tienda de sus productos y de material de manualidades que fue creciendo, y yo con ellos. Fueron unos cuantos años en los que perdí la cuenta de baules de madera decorados, caballitos de niños, y otros clásicos. También acometimos proyectos grandes e ilusionantes, como la decoración del Hotel Condal en Salamanca.

El paso del tiempo nos llevo a Pilar y a mi a tomar cada una nuestro camino, y ahí quedan unos preciosos años de amistad y trabajo en común. Fue entonces cuando monté mi propio taller en mi pueblo, Villoria. Más o menos en aquel tiempo, Sebas y Julia abrieron una tienda más grande naciendo Artepino, y yo empecé a dar clases de manualidades en ella, poco a poco, Leticia, la hija de Sebas y Julia, adquirió la habilidad y experiencia para llevar tambien nuevos grupos y hoy, además de amigas, somos compañeras.

Unos años después, Artepino cambió de local y yo con ellos, y ahora estamos en la calle Pinzones. Esto ha sido así hasta la actualidad, y en todo este tiempo he seguido sobre todo trabajando la decoración de la madera. Sin embargo, no he dejado de pintar en ocasiones y por supuesto de perfeccionarme en otras técnicas en el campo de las manualidades, como por ejemplo en hacer fofuchas, unas preciosas muñecas. También he realizado pinitos como ilustradora y he decorado espacios, como la guardería de Villoria, mi pueblo.

Estas son mis actividades, pero sobre todo, sigo con mis grupos de alumnas, algunos desde hace muchos años y donde tengo ya verdaderas amigas. Este blog que será para todos, será especialmente para ellas. En él, además de mostrar mi actividad profesional, artística, artesana, docente, pretendo ir aportándoles, con la ayuda de mi compañera Leticia, comentarios y explicaciones sobre técnicas y materiales en el campo de las manualidades para que puedan utilizar estas aportaciones como rescursos. Mi deseo es que este blog, además de mostrar mi parte profesional, sea útil.