Comprar un inmueble es un paso definitivo en la vida de cualquier persona. Por desgracia, la ilusión de mudarnos a un lugar propio puede conducir a tomar decisiones precipitadas y convertirnos en presa fácil de las estafas.
Los casos de fraude en nuestro país se incrementan a un ritmo alarmante, tanto en la venta de viviendas como en el arriendo. Es ahí donde aparece la figura del abogado inmobiliario, ya que, además de estar alerta a las señales clásicas de este modelo de estafa, conviene buscar asesoría especializada.
Atención a los detalles
En la mayoría de los casos, el desconocimiento es el principal responsable de las estafas inmobiliarias. Afortunadamente, existen ciertos indicios que activan la alarma de riesgo inminente:
Ausencia de documentación
Conocer el proceso de compra antes de adquirir el inmueble es un requisito básico. Sin embargo, continúa sorprendiendo la cantidad de personas que incurren en el error de brindar su información financiera o el dinero antes de verificar que el vendedor tiene los documentos legales de la propiedad.
Además de comprobar que todo está correcto en la escritura o título de propiedad, conviene visitar el inmueble y revisar sus condiciones actuales. Es recomendable hacer un video o tomar fotografías a fin de tener un registro de su estado al momento de la entrega.
Garantías poco realistas
Al igual que los prestamistas, los vendedores especializados en estafas utilizan la táctica de modificar las condiciones de la oferta a favor del interesado y así conseguir un pago adelantado.
Debemos desconfiar de las propuestas que parecen demasiado buenas para ser verdad, aunque existen excepciones, en la mayoría de las veces, terminan siendo un fraude.
Presión cerrar el trato
Otra característica recurrente de las estafas inmobiliarias es la presión. Estos delincuentes acuden a la vieja táctica de hacer creer que podemos perder el inmueble si no compramos de inmediato, justificándose en la mentira de que existen otros compradores interesados.
Los agentes inmobiliarios plantean la oferta y brindan un tiempo prudencial para analizarla, nunca presionan a tomar una decisión ni exigen transferencias de dinero alegando pagos iniciales o depósitos con el fin de apartar la propiedad.
Conocer el arrendador o agencia inmobiliaria
Cada vez son más los usuarios que buscan ofertas de propiedades a través de Internet. Si bien no es una mala idea, debemos recordar que el riesgo de estafas es mayor en el entorno digital.
En la actualidad, sobran los anuncios promocionales de venta o arriendo de inmuebles, es nuestra tarea limitar la búsqueda a portales inmobiliarios certificados, así como investigar, revisar reseñas y conocer las opiniones que dejan los usuarios.
Verificar la credibilidad del anunciante es el método ideal para identificar empresas ficticias, esto incluye la solicitud de respaldos o identificaciones que avalen sus operaciones.
Contratar un abogado inmobiliario es la solución
Si bien el riesgo de estafas es la principal preocupación al momento de comprar o arrendar un inmueble, las transacciones inmobiliarias suelen ser complejas. Contratar un abogado experto implica asumir el desafío desde una posición de fuerza y el acceso a las mejores condiciones de la oferta.
Sus conocimientos jurídicos y diligencias técnicas permiten una evaluación completa del inmueble, desde los informes periciales que determinan el estado del inmueble hasta su situación registral, reclamaciones e hipotecas.
Los juristas especializados ahorran esfuerzo, tiempo y dinero. Su trabajo va más allá de ubicar las propiedades y lograr la mejor oferta, comprenden cada detalle del contrato, por lo que eliminan los riesgos de cláusulas abusivas y fraudes.
Sin problemas inesperados
Aunque contratar un abogado inmobiliario incrementa el coste total de la transacción, el gasto adicional no se compara con la tranquilidad de saber que el proceso está en manos especializadas, de acuerdo a los estatutos legales y las regulaciones locales.
Un abogado letrado cualificado identifica las transacciones que no son lo que parecen. A través de la correcta diligencia, es capaz de descubrir los escollos que suelen enfrentar los compradores, tales como propiedades sin registro o permisos de construcción, deudas y cargas.
Aún no hay comentarios.