El futuro de la automoción pasa por conseguir que los automóviles sean, como su propio nombre indica, autónomos. El cambio de los combustibles fósiles a la electricidad ya es una realidad, ahora el siguiente paso es poder estar trabajando, tomando un café, viendo una película o incluso como dice Elon Musk, fundador de Tesla Motors, durmiendo mientras tu coche te lleva de un lugar a otro.
Transmitir los cientos de miles de datos que necesita recibir el sistema del vehículo para que tome la decisión más correcta y seguro es un proceso que necesita de mucha perfección, sino puede llevar a accidentes como el que se ha producido en Arizona donde un coche Uber sin conductor ha atropellado a una mujer la cual falleció a causa del golpe.
Aquí encontramos una polémica bastante curiosa y es en quien recae la culpa del accidente ya que en la fabricación del vehículo intervienen ingenieros, programadores, operarios, etc. Es obvio que la marca del coche siempre está detrás y adquiere parte de culpa pero los coches normalmente se fabrican por partes lo que hace que se pueda derivar la responsabilidad.
Lo que está claro es que a día de hoy el poder viajar en un coche sin un conductor humano no es una realidad segura, queda mucho por perfeccionar y evaluar. Aquí entra también el hecho de que estos avances traerían consigo la desaparición de muchos puestos de trabajo y el impacto social que esto tendrá cuando se normalice.
Yo por si acaso no me quedaré dormido mientras mi coche me lleve de un sitio a otro.
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