Las últimas tendencias según escuchamos en las noticias abogan por la eliminación de los deberes, pero ¿realmente esto beneficia a los alumnos? Estos movimientos suelen venir impulsados por los padres, incluso antes de que sus hijos se quejen, ¿por qué? Probablemente porque sean ellos los principales actores del proceso, cosa que no permite beneficiarse de los objetivos de los deberes.
Analicemos la situación en base a ventajas y desventajas:
Está claro que hay que proponer tareas útiles, adecuadas a su nivel, equilibradas en cuanto a tiempos y esfuerzos y que resulten motivadoras para ellos, que sean conscientes de que es una responsabilidad pero no una obligación que les estresa y les agobia. ¿Y qué deberes son esos?
Por ejemplo, en el siguiente vídeo, ¿Por qué Sheldon hace ese ruido? ¿qué relación tiene con el efecto Doppler?
Al relacionar los deberes con algo que les puede parecer más interesante que un enunciado común y corriente, funciona como elemento motivador y los alumnos están más predispuestos a hacerlo al mismo tiempo que adquieren el contenido.
Yo lo tengo claro, a favor de los deberes de calidad, pero ¿tú qué opinas?
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