EL GALGO OSCURO DE LA MOTIVACIÓN

 

 Hay varios tipos de motivación, me quedo con tres: el burro motivado, el motivado new age y la madre de familia. Los procesos que provocan la motivación están hondamente arraigados en nuestro ser. Aunque no nos enseñen los efectos de la motivación en nuestro cuerpo. La parte inconsciente de nuestra mente siempre nos ha dado motivos para sobrevivir y para dejar de vivir.

 Soy estudiante y en mis inicios en el mundo “real” me planteo para qué sirve el dinero. Me mola pensar cuándo el dinero es “buen dinero” pero tengo motivos de sobra para investigar la utilidad de dinero he estado investigando sobre los motivos más profundos que nos impulsan a actuar por dinero. Porque: ¿cómo le explica a su hijo o hija que no puede tener el último iPhone porque no se lo puedes pagar ahora mismo?

 

He llegado a una conclusión: existe un círculo virtuoso que MJ Demarco llama las “tres f”: family, freedom and fitness. Familia, libertad y buena forma física. Una te debe lleva a otra y sin las tres siempre faltará algo. Y muchos dejan alguna f por el camino. Sí, sé que por “f” empiezan cositas que el inconsciente conoce demasiado bien.

 

 La familia, en un sentido amplio, nos permite sentirnos seguros porque uno de los motivos por los cuales socializamos es la necesidad de protegernos los unos a los otros; tema ampliamente tratado por Daniel Coyle. Si nos paramos a pensar, de la familia venimos y hacia la familia vamos (aunque podemos resistirnos a tener hijos). Sí, puede que algunos no tengamos que decirle a nuestro hijo o hija que no puede tener el último iPhone… ¡Así que toca pensar en los momentos en los que nos explicaron que debíamos llegar a esa conclusión!

 

 La libertad va mucho más allá de poder votar con los pies o poder irte de una empresa. Sin Estado, tendríamos que profundizar mucho más en el estudio de las organizaciones y saber si los lugares donde trabajaríamos en ausencia de Estado nos permiten prosperar dignamente. El libre mercado  con libertad de empresa es condición necesaria pero no suficiente porque sin la capacidad de hacer frente a imprevistos (y gastos “prescindibles” como viajar o poder montar una empresa) solo podremos ir a otro sitio donde cobremos algo más. Sí, tener esa libertad es importante; pero hay que pensar en el dilema del lobo y el perro del que habla Nassim Taleb.

 

La medida generalmente aceptada es alcanzar la libertad financiera. De ahí que cobrar más para contraer más deudas sea un objetivo ridículo o arriesgado. De ahí que tener un buen trabajo no sea suficiente. Ni siquiera ascender es un billete para la libertad financiera si a cambio se contraen deudas.

 

 La forma física es necesaria para poder levantarte por las mañanas, hacer negocios y disfrutar de la familia. Veo a un millonario excesivamente gordo y pienso en qué habrá  hecho para tener millardos en su cuenta bancaria. Llego a la conclusión de que esa no es la forma óptima de alcanzar la libertad financiera, no para mí.

 

 Volviendo a los tipos de motivación parece lógico pensar que querer levantar un imperio empresarial es un objetivo que debe ir de la mano de niveles aceptables de bienestar y de relaciones familiares. Sacrificar uno de estos tres pilares para conseguir mucho más de otro sería como viajar a tu destino de ensueño y taparte los ojos. Yo quiero llegar a mi destino soñado con los ojos bien abiertos, disfrutando con los cinco sentidos.

 

 La madre de familia que quiere que sus hijos puedan estudiar donde quieran puede o motivarse pensando que las riquezas llegarán y que el Estado proveerá y puede arriesgar los ahorros de toda una vida en un proyecto que ni ha sido testado ni ha sido validado. Iniciar el f-f-flywheel es complicado, pero siempre podemos hacer deporte y luego disfrutar de una buena conversación antes de pensar cómo generar riqueza.

 

 Volviendo al dilema del perro y el lobo: imagine un lobo que habla con un perro. El perro come puntualmente cada día porque el dueño le da de comer. El lobo tiene que cazar. Lo curioso es que, al igual que el caso del pavo, el dueño puede dejar de mantener al perro porque ya no le sirve para lo que le era útil. A todo cerdo le llega su San Martín. Y una rana puede morir hervida. Da igual que un segundo antes estuviera agustito.

 

Como decía Eddard Stark:

Cuando cae la nieve y sopla el viento blanco, el lobo solitario muere pero la manada sobrevive. El verano es tiempo para riñas y altercados. En invierno, tenemos que protegernos entre nosotros, darnos calor mutuamente, unir nuestras fuerzas.

 

Vale, ahora entenderán el motivo por el cual casi montan una hoguera en Chicago para purgar los pecados de Ronald Coase:

 

Dentro de la empresa, esta definición (aportada por Salter) no se ajusta en lo más mínimo. Por ejemplo, en la teoría económica hallamos que la asignación de los factores de producción está determinada por el mecanismo de precios. El precio del factor A es más elevado en X que en Y. Como resultado, A se mueve de Y a X hasta que la diferencia de precios entre X e Y. Como resultado, A se mueve de Y a X hasta que la diferencia de precios entre X e Y desaparece, excepto cuando compensa otras ventajas diferenciales. Aun así, en el mundo real encontramos que hay muchas áreas en las que esta situación no se produce. Si un trabajador se mueve del departamento Y al X, no lo hace debido a un cambio en los precios relativos, sino porque le ordenaron que lo haga.

 

 En fin, que es probable que una madre de familia trabaje muy bien y las órdenes sean un desastre (sí, las órdenes no se rigen ni por precios relativos ni por sal marina). Es posible que algún motivador new age hable con algún burro motivado (que también puede ser madre de familia) y el galgo escasamente alimentado se convierta en lobo justo cuando cae la nieve y sopla el viento blanco.

 

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