La Televisión Digital Terrestre (TDT)

Televisión digital terrestre o TDT es la transmisión de imágenes en movimiento y su sonido asociado (televisión) mediante una señal digital (codificación binaria) y a través de una red de repetidores terrestres.

La codificación digital de la información aporta diversas ventajas. Entre ellas cabe destacar, en primer lugar, la posibilidad de comprimir la señal, lo que implica que ésta requiere un ancho de banda menor para su transmisión. Como resultado, se puede efectuar un uso más eficiente del espectro radioeléctrico. Tras proceder a su multiplexación, se pueden emitir más canales – que en sistema digital pasan a denominarse “programas digitales” – en el espacio antes empleado por uno, denominado ahora “canal múltiple digital” o “múltiplex“. El número de programas transmitidos en cada canal múltiple dependerá del ratio de compresión empleado. Por otro lado, se puede dedicar el espectro sobrante para otros usos. La compresión también ha hecho viable la emisión de señales de televisión en alta definición (HD o high definition en inglés), que requieren un ancho de banda mayor que la de definición estándar.

La segunda ventaja aportada por la codificación digital es una mejora de la calidad de la imagen y el sonido en el momento de la recepción. Puesto que ambos están codificados de manera digital, es decir, de manera lógica; y no de manera proporcional a las fuentes de información inicial (televisión analógica), cuando se produce alguna distorsión en la señal, lo que afectaría a la calidad de la recepción, aquella puede ser corregida por el receptor. Éste identifica el error en la señal y lo subsana. Ello se traduce en una mejor calidad. Conviene mencionar que la señal digital no es más robusta que la analógica, es decir, no es más resistente a posibles interferencias. Ambas son señales electromagnéticas, de la misma naturaleza, y susceptibles de ser distorsionadas por campos eléctricos o magnéticos, por las condiciones meteorológicas, etc. La diferencia, como se ha expuesto, radica en la manera de codificar la información. La codificación digital sigue algoritmos lógicos que permiten posteriormente identificar y corregir errores.

La transmisión de TDT se realiza siguiendo los parámetros técnicos establecidos por diferentes estándares tecnológicos. Existen varios y su uso por parte de los estados responde a su capacidad para crear estándares, a su ubicación geográfica y a su pertenencia a la esfera de influencia de los estados creadores de estándares. Así, el ATSC estadounidense es empleado, entre otros, en Estados Unidos, Canadá, México, Corea del Sur, Honduras, El Salvador y  República Dominicana. El estándar japonés ISDB-T se utiliza en Japón y Filipinas y en la mayoría de los países latinoamericanos: Brasil, Bolivia, Perú, Argentina, Paraguay, Chile, Venezuela, Ecuador, Costa Rica, Nicaragua y Guatemala (excepto Colombia, Uruguay, Guyana, Suriname, Panamá, Honduras, El Salvador y México). El DVB-T europeo se emplea en la Unión Europea, Australia, Sudáfrica, Namibia, Uruguay, Panamá, Colombia, Cuba y Turquía. En China usa el DTMB (antes denominado DSM-T/HDSM).

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