Esta mañana nos hemos ido de excursión a la potabilizadora. El fin de esta actividad era conocer los procesos físicos y químicos que tienen lugar en la transformación del agua del río en agua potable.
Quizá, una de las cosas que más me llamó la atención es la diferencia entre la potabilizadora y la depuradora, que visitamos el año pasado. Mientras que la función de la primera es la obtención de agua potable, la segunda disminuye la contaminación de las aguas residuales para poder devolverla a los ríos. En las siguientes fotos, podemos diferenciarlas.
En primer lugar, el jefe de planta nos ha explicado como se potabiliza el agua de Salamanca
El agua se recoge a 20 km de Salamanca (por calidad) y pasa, fundamentalmente, por 4 procesos hasta que se logra su potabilización. Estos 4 procesos serían:
1. Eliminación de impurezas mediante decantación con sales de aluminio:
En tres decantadores rectangulares, se retiene la materia en suspensión que posee el agua. Así, añadiendo sales de sulfato de aluminio, se forman flóculos que, debido a la acción de la gravedad, se van a depositar en el fondo del decantador.
Además, en esta primera etapa, también tiene lugar una preoxidación con cloro con el objetivo de eliminar cualquier patógeno y oxidar la materia orgánica.
2. Filtración con carbón activo:
Su objetivo es retener las partículas y flóculos que hayan pasado de los decantadores. Además, se elimina cualquier olor y sabor que posea el agua de partida (por ejemplo, a rana) y se eliminan pesticidas y trihalometanos que puedan formar productos que no nos interesan.
3. Cloración:
Finalmente, para eliminar las bacterias presentes se añade cloro
4. Corrección de pH con NaOH:
Antes de distribuir el agua, ésta debe poseer un pH entre 6,5 y 8,5. Para ello, se añade disolución de NaOH
Además,en la sala de control, nos explicaron como se distribuye el agua en Salamanca, los diferentes depósitos y el protocolo de actuación si se requiere mayor suministro de agua en un distrito o en otro.











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