La mayor fiesta de la música «tecno», que en 2010 se celebró en Duisburgo, acabó en tragedia: 19 las víctimas mortales y 342 heridos en una avalancha.
La «Loveparade» concluyó con un fin de fiesta inesperado. Al menos 19 muertos y 342 heridos, 45 de ellos graves, al desatarse el pánico en un túnel abarrotado de jóvenes, en una edición que había concentrado a más de un millón de personas en Duisburgo. Según fuentes policiales, las víctimas mortales, tanto hombres como mujeres, quedaron atrapadas, a primera hora de la tarde, al desatarse el pánico en el interior de un túnel de los años sesenta sin salidas de emergencia, cercano a la antigua estación de mercancías, escenario de la fiesta.
El paso subterráneo había quedado colapsado con centenares de jóvenes en su interior, en lo que algunos testigos presenciales describían como «pesadilla anunciada», por previsible.
En esos momentos, por las calles de Duisburgo y en el recinto de la estación había concentrados hasta 1,4 millones de aficionados a la música «tecno» participando en la fiesta.
Los organizadores de la «Loveparade» optaron por dejar que el desfile y la fiesta siguieran, en prevención de nuevos incidentes y visto que, a los primeros intentos de llamar a desconvocarlo, algunos de los concentrados reaccionaron agresivamente.
Se trataba de la primera edición de la «Loveparade» en esa ciudad de la Cuenca del Ruhr. Las autoridades de Duisburgo habían dispuesto un contingente de 1.200 agentes por la ciudad para velar por el discurrir de la fiesta. La Policía confirmó que la avalancha se produjo poco después de las cuatro de la tarde cuando estaba prevista la llegada del desfile y el cierre de las puertas del recinto del festival. A esa hora cientos de miles de personas ya se encontraban dentro del recinto. Otras miles se quedaron sin poder entrar y, según la segunda cadena de televisión pública alemana ZDF, a la zona seguía fluyendo una multitud desde la cortada autopista A-59 con ganas de entrar.
El desastre se produjo en un estrecho túnel cercano, de unos 10 metros de ancho, en la calle Karl-Lehr. Por causas aún sin aclarar, un ataque de pánico colectivo entre las miles de personas que lo atestaban en ambas direcciones, quienes querían entrar y quienes deseaban salir, desató una avalancha. A causa del gran número de personas presentes en el recinto y en previsión de nuevas avalanchas, se tardaron horas en desalojar la zona.
Esta tragedia no es la primera pero, ¿Podria ser la ultima…?, ¿ No aprendemos de los errores cometidos en el pasado?
Dijo un gran filosofo y pensador: ” El hombre es el unico que tropieza dos veces con la misma piedra”


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