El día 7 de mayo recibimos en el campus la visita de los escolares pertenecientes a los cursos de 1º, 2º y 3º de primaria del colegio María Inmaculada, cuyo colegio forma parte de la Fundación Trilema.
Nuestra visita comenzó realizando una breve presentación de la Escuela Universitaria de Magisterio para que los alumnos de dichos cursos supieran dónde estaban.
Esta salida fue considerada por los escolares como una excursión, por lo que nuestro objetivo era que aprendieran contenidos nuevos para ellos, a la vez que se divertían.
Cuando llevamos a los alumnos al huerto los colocamos en fila para que pudieran ver bien los bancales y las plantas que contiene el huerto. Les preguntamos si alguno de los escolares tenía huerto o si habían estado alguna vez en uno para saber de qué punto partíamos a la hora de explicar. Después les fuimos realizando una pequeña explicación para que identificaran las plantas y a partir de estas explicar sus características.
Quisimos hacer hincapié en que supieran las partes de las plantas y qué función tenía cada parte, por lo que después de la explicación, introdujimos una actividad en la cual debían asociar las partes y las funciones a su correspondiente lugar en la imagen que habíamos dibujado de la planta previamente.
Otro aspecto que abordamos de una manera lúdica fue aprender la nutrición de las plantas y descubrir que parte del agua que absorben llega en buena medida hasta el fruto, por lo que el fruto está formado en gran medida por agua. Para ello cogimos un tomate y una fresa y les pedimos que la machacaran con sus manos echando el agua que saliera de ellos en un vaso medidor.
Tras haber realizado esta actividad y aprovechando los residuos orgánicos obtenidos, se hace referencia al compostero situado en el huerto y después de esto se deposita en él. De esta forma se les enseña que se puede conseguir abono natural sin necesidad de recurrir a fertilizantes artificiales.
Por último, les enseñamos paso por paso como se planta, en nuestro caso un pimiento. Aprovechando el tema del reciclaje, utilizamos como maceta yogures reutilizados, que se llevaron como recuerdo.
Consideramos que esta actividad ha sido muy enriquecedora tanto para nosotras como para los alumnos. Hemos podido llevar a la práctica una sesión que hemos planteado anteriormente, algo que no es posible habitualmente exceptuando los períodos de prácticas. Además, nuestro balance es positivo ya que ha salido todo según lo previsto.
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