El sapo corredor (Epidalea calamita, antiguamente Bufo calamita) es una especie de anfibio anuro de la familia Bufonidae, nativa de áreas arenosas de Europa central y occidental. Habita en una amplia variedad de hábitats, siendo capaz de sobrevivir en zonas bastantes secas siempre que disponga al menos de algún encharcamiento para reproducirse. De hecho es uno de los anfibios más comunes en gran parte de su área de distribución. Es monotípica del género Epidalea. Los adultos miden 6-8 cm de longitud (raro 10 cm); y generalmente se distingue del sapo común por una línea amarilla longitudinal en la mitad de la espalda. Cuerpo rechoncho y muy verrugoso; glándulas parotideas paralelas. Tienen patas relativamente largas, dándoles su distintivo andar, que contrasta con los movimientos de salto de muchas otras especies de sapos.

Tienen una llamada de apareamiento muy fuerte y distintiva, amplificada por un saco vocal debajo del mentón del animal macho.

Historia vital

Vive más de 12 años y se alimenta de insectos, y demás pequeños animales. De noche se mueve a lo largo de terrenos abiertos con vegetación; recorre considerables distancias cada noche, posibilitando a la especie la colonización de nuevos hábitats muy rápidamente.

Se reproducen entre fin de abril a julio, con acoplamiento axilar. Producen varios millares de huevos por hembra; haciendo ‘ristras’ de huevos, en charcas. Las fuertes llamadas de apareamiento son importantes debido a que frecuentemente se encuentran en bajo número, por lo que es importante que los sexos puedan encontrarse. Los renacuajos son pequeños y oscuros.

La puesta en la charca, necesita tener una ligera pendiente con vegetación rala en los bancos y en el agua. Frecuentemente son charcas temporales, y a veces las larvas mueren cuando se secan. Este riesgo se compensa apareándose varias veces cada verano, y la edad de los juveniles puede variar de un mes a 3, en septiembre. Parece que los primeros padres no son los mismos individuos que se reproducen más tarde en el verano.

Conservación

En Valencia, está considerada como especie protegida en el catálogo valenciano de especies amenazadas de fauna (Decreto 265/1994).

En el RU esta especie es una de solo tres anfibios protegidos por el Plan Nacional de Acción de Biodiversidad. La razón de este estatus de amenaza de esta especie es:

1. pérdida de hábitat por sobrepoblación humana;
2. reducción de costas habitables por construcción de diques y escolleras;
3. acidificación del hábitat acuático por lluvia ácida y otros factores de polución.