Cistus/Jara

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Para otros usos de «Estepa», véase Estepa (desambiguación).

«Jara» redirige aquí. Para otras acepciones, véase Jara (desambiguación).

Se llama jara o estepa a diversas plantas, casi siempre del género Cistus, aunque también a algunas del género Halimium. Forman parte importantísima (cuando no exclusiva) de los matorrales mediterráneos y algunas son especies pioneras en la recuperación de suelos degradados, especialmente tras los incendios forestales. De hecho su expansión se ve favorecida por ellos; son especies pirófitas cuyas semillas se abren y germinan antes ayudadas por el fuego.

Descripción

Son siempre plantas perennifolias, arbustivas, leñosas, que forman parte del sotobosque mediterráneo, o lo sustituyen en etapas de degradación de éste; en cualquier caso, suelen formar masas compactas que cubren totalmente el territorio en que habitan, formando un matorral espeso. Crecen siempre en suelos ácidos (graníticos, pizarrosos) pero casi nunca calizos. Las flores son regulares, hermafroditas y con cinco grandes pétalos a menudo arrugados que caen fácilmente de la flor. Sus numerosos estambres producen gran cantidad de polen, que atrae a muchos insectos, como las abejas que producen miel de jara. Sus frutos son cápsulas formadas por 5 ó 10 hojas carpelares, que se abren a la madurez en 5 ó 10 cavidades con numerosas semillas. La madera de Cistus ladanifer, por ser durísima se usa en la fabricación de pequeñas herramientas o piezas que vayan a sufrir gran rozamiento, y también como excelente leña.

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Especies

  • Cistus monspeliensis L., jaguarzo o estepa negra. Es también una pequeña mata de unos 80 cm, que vive en suelos pobres y a pleno sol y que no aguanta las heladas. Por eso su área de distribución se limita a las zonas bajas y cálidas de la región mediterránea y hasta las islas Canarias (incluido Montpellier, en el sur de Francia, de ahí su nombre).
  • Cistus salviifolius L., jaguarzo morisco. Es una mata que no sobrepasa el metro de altura y es de las más frecuentes en los matorrales mediterráneos, aunque rara vez se hace dominante. Sus hojas son pequeñas, cubiertas de cortos pelillos y con nerviación reticulada, lo que las asemeja a las de la salvia, y se han usado como astringentes en Marruecos y en Grecia como sucedáneo del té.
  • Cistus laurifolius L., jara o estepa de montaña. Arbusto más pequeño que el anterior, vive a mayor altitud y se distingue de él, aparte de por su tamaño, por las hojas más anchas y onduladas como las del laurel y menos pringosas y olorosas, además sus flores son más pequeñas y tienen en sus pétalos blancos una mancha amarilla.
  • Cistus albidus L., estepa o jara blanca. Mata de entre 50 y 100 cm de altura, no muy ramosa, con hojas de color blanquecino, muy tomentosos, sin peciolo, opuestos y con tres nervios muy marcados. Contrariamente a lo que indica su nombre, ésta es una de las pocas especies de jaras que no tienen flores blancas, sino rosadas, de 5 cm de diámetro y solitarias o en grupos de tres o cuatro, en la terminación de las ramillas. Se da en cualquier tipo de suelo en su área de distribución (mediterráneo), aunque prefiere los ricos en cal. Se usa con frecuencia en jardinería.
  • Cistus ladanifer L., jara pringosa. Es un arbusto de hasta 2,5 m de altura, cuyas hojas, alargadas y estrechas están abundantemente impregnadas de una sustancia pegajosa, el ládano, resina fuertemente olorosa, que les da un aspecto brillante y se adhiere fácilmente a las manos y ropa. Sus flores son muy grandes (10 cm) y con cinco pétalos blancos que, en la variedad maculatus, presentan una mancha púrpura en la base. Es la especie más frecuente en la región mediterránea occidental, donde su área coincide en líneas generales con la de la encina. Al aumentar la altura, cuando la encina es sustituida por el rebollo, la jara común es desplazada por otra muy parecida, el C. laurifolius L.
  • Cistus populifolius L., jara cervuna o jara macho. Del mismo tamaño que C. laurifolius, habita en los mismos lugares que C. ladanifer ocupando los lugares más umbríos (por ser especie menos heliófila) y más frescos. Sus hojas son simples, opuestas, largamente pecioladas, estrechadas en la punta y acorazonadas en la base, de manera que se pueden asemejar a las del álamo (Pópulus spp.). Las flores nacen en largos pedúnculos en forma de corimbos y son blancas y muy vistosas por lo que, a veces se cultiva esta planta como ornamental.

Existen otras especies de jaras con los pétalos de color rosa, como Cistus crispus L. con hojas rizadas, Cistus incanus L. de la isla de Mallorca o Cistus heterophyllus Desf. de Cartagena (Murcia) en la Peña del Águila.

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About jorgegd56

Soy Jorge García Díaz un estudiante de la Universidad de Salamanca de el Grado en Gestión y Administración de PYMES. Tengo 18 años y soy de Salamanca.

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