Desde la llegada de Trump a la presidencia de Estados Unidos uno de sus principales objetivos y promesas a los ciudadanos americanos era la aplicación de diferentes aranceles que grababan la importación de productos provenientes de otros países, estas promesas las hacía con la finalidad y el propósito de la creación de empleo nacional, incentivando la economía del país y haciendo más fuertes a sus empresas gracias a que los productos extranjeros serían más caros y con ello menos competitivos.
Esta promesa se ha ido cumpliendo con el paso de los años y ha tenido grandes consecuencias, la primera y más obvia ha sido que los productos de países extranjeros importados a Estados Unidos han sufrido un ascenso de su precio bastante notable, y con ello los países importadores de estos productos han visto como sus empresas perdían poder y cuota de mercado, el país más perjudicado de esta política del presidente Trump es China, y esto ha llevado a que China se plantee aplicar aranceles a los productos americanos de la misma medida que había hecho Trump. ¿Resultado? Guerra comercial entre las dos potencias que poco a poco se está convertiendo en una guerra fría.
Estos dos países, para evitar que la guerra comercial vaya a mayores comenzaron en el pasado año unas rondas de negociaciones para tratar de ponerse de acuerdo y llegar a una solución que satisfaga a las dos partes.
La realidad de las políticas de Trump es muy diferente de la “realidad” que el presidente tenía en su cabeza en el momento de la propuesta de estas.
¿Por qué? Primero de todo estos aranceles pudieron llevarse a cabo porque una gran parte de la población estadounidense estaba contenta con ellas porque les beneficiaría en puestos de trabajo y competitividad, pero han pasado varios años desde la imposición de estos y se ha traducido en un aumento de los costes de producción en la industria americana, ya que los productos importados de fuera valen más y los comprados en Estados Unidos son más caros debido a que la mano de obra es más costosa, muchas empresas están teniendo grandes pérdidas y se prevee que se destruyan cinco puestos de trabajo por cada trabajo salvado por estos aranceles.
En definitiva, el gran perdedor de esta guerra comercial será Estados Unidos si no revierte la situación pronto y llega a un acuerdo con China, ya que la imposición de aranceles siempre conlleva conflictos y más si se trata de dos super potencias como son estos países.
Estados Unidos y China entrarán en una “guerra fría” si no logran un acuerdo comercial
Este comentario se basa en la noticia cuyo enlace está aquí y el vídeo anterior habla muy bien del tema de los aranceles en Estados Unidos que me parece muy interesante ya que habla con expertos en la materia y con trabajadores y CEO de diferentes empresas americanas que han visto como su negocio se ha visto perjudicado o incluso lo ven peligrar debido a estos aranceles.
¡Muchas gracias por su atención! ¡Espero que les haya gustado mi comentario y opinión!

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